(30 de julio del 2024. El Venezolano).- Ladrocinio consumado la acción delictiva del gobierno usurpador chavista bajo el celestinaje de un CNE subordinado a este, en su intento por ignorar la voluntad popular -violación de soberanía- cercana a algo más de un 70 por ciento de sufragantes quienes afluyeron tan masiva y ordenadamente a sus centros de votación respectivos a exponer su desdén al régimen deshecho, aciago y desfasado de Nicolás Maduro Moros y adláteres, caterva de impúdicos decrépitos desfasados, figuras de un descaro pernicioso e imperturbable ante los venezolanos y la propia comunidad internacional; individuos inconscientes acerca de cuánto daño han hecho a la nación venezolana en todo su patrimonio, incluido el erario del que solo han dejado un cascarón hueco y pretendiendo endosar la responsabilidad del quiebre nacional a las sanciones impuestas a causa de sus perversidades que han conllevado una pobreza extrema rayana en poco más de un 80 por ciento en una población noble e no merecedora de semejante trato violatorio de todos los derechos humanos, burlados a troche y moche, según la circunstancia, tal y como la que ahora mismo se ofrece al pretender desconocer la voluntad popular unánime de una sociedad que ya no volverá a arrodillársele o a ser genuflexo ante todo dislate que se les ocurre. Simplemente, ya el venezolano ha dejado de lado la ignorancia supina que quizá por su cultura le caracterizaba y hacía sumiso. Afortunadamente, ha despertado ante las actitudes capciosas del régimen castrocomunista, retrógrado e inhumano.
Por Isaías Márquez
Aun así, el régimen maderista presume e una aceptación y popularidad platónicas afectadas de una rimbombancia exclusiva y ostensible que se confunde con su caradurismo enfermizo y obcecado.
Sin que ello implique injerencia alguna, podríamos ver muy favorablemente, el hecho de que unos nueve países pidan reunión urgente de la OEA por las eleciones venezolanas, en virtud de su poca transparencia, pues todos sabemos que fue una victoria contundente y clara de González Urrutia.
Asimismo, la presencia de observadores y de medios internacionales se eludió puesto que ya el plan estaba urdido y no era recomendable exponerse a un escarnio mundial del hecho, de la cual por lo notorio del mismo a campo traviesa, se hizo acreedor incuestionable.