(28 de diciembre del 2023. El Venezolano).- Un reciente estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard ha arrojado luz sobre la alarmante cifra de ingresos publicitarios obtenidos por empresas de redes sociales de menores de edad en Estados Unidos, alcanzando más de $11,000 millones el año pasado.
Según los investigadores, estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de regulación gubernamental en el ámbito de las redes sociales. El estudio sugiere que las compañías que se benefician económicamente de la participación de niños en sus plataformas no han implementado autorregulación de manera efectiva.
El informe destaca que la falta de regulaciones específicas y la opacidad en las prácticas de las compañías tecnológicas podrían estar contribuyendo a daños significativos en la salud mental de los jóvenes, así como a prácticas publicitarias potencialmente perjudiciales dirigidas a niños y adolescentes.
Para llegar a la cifra de ingresos, los investigadores calcularon el número de usuarios menores de 18 años en plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok, X y YouTube en 2022. Utilizaron datos demográficos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, encuestas de Common Sense Media y Pew Research. Además, se basaron en datos de la empresa de investigación eMarketer (ahora Insider Intelligence) y de la aplicación de control parental Qustodio para estimar los ingresos publicitarios de cada plataforma y el tiempo que los menores pasaban en ellas, reportó Telemundo 51.
Los investigadores subrayan la necesidad de regulaciones específicas y una mayor transparencia por parte de las empresas tecnológicas. Argumentan que estas medidas podrían contribuir a mitigar los posibles impactos negativos en la salud mental de los jóvenes y a reducir las prácticas publicitarias perjudiciales.
Este estudio surge en un momento en que legisladores de varios estados, incluyendo Nueva York y Utah, están tomando medidas para abordar los efectos perjudiciales de las redes sociales en los niños. Además, Meta, propietaria de Instagram y Facebook, enfrenta múltiples demandas de estados que la acusan de contribuir a la crisis de salud mental entre los jóvenes.