(23 de diciembre de 2019. El Venezolano).- Donald Trump se convirtió en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en someterse a un juicio político después de que la Cámara de Representantes lo acusara formalmente el miércoles de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Los votos establecieron que se someta a un juicio en el Senado, controlado por los republicanos, donde los legisladores deben decidir si condenan a Trump y lo destituyen de su cargo.
Esto es lo que podría suceder en las próximas semanas:
La Cámara de Representantes todavía debe nombrar a los encargados de llevar el caso contra Trump ante el Senado. Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, está posponiendo el nombramiento de dichos cargos hasta que tenga una idea más clara de cómo pretende llevar a cabo el juicio el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, ante el temor de que proteja a Trump acortando los procedimientos y celebrando después una votación que rechace las acusaciones contra el presidente de Estados Unidos.
Pelosi está tratando de presionar a McConnell para que llegue a un acuerdo con el líder de los demócratas en el Senado Chuck Schumer, quien quiere un juicio a gran escala que incluya testimonios de los principales asesores de Trump.
La estratagema podría añadir presión a McConnell por parte de Trump, que quiere un juicio rápido. Pero el republicano de Kentucky ha rechazado la propuesta de Schumer y ha declarado un “punto muerto” en las negociaciones.
No es descartable que McConnell y Schumer negocien en privado y a través de los medios de comunicación en los próximos días.
Mientras tanto, es probable que los demócratas de la Cámara de Representantes no entreguen los artículos de la impugnación, o los cargos formales, al Senado hasta después de que el Congreso regrese a principios de enero después de un período festivo de dos semanas.
Hacerlo de otra manera requeriría que Pelosi convocara a los legisladores en Washington para adoptar una resolución que designe a los “managers” o responsables del proceso, una posibilidad que principales asistentes consideran muy remota.
El juicio en el Senado no puede comenzar hasta que los cargos formales hayan sido presentados a la cámara.
A menos que se produzcan acontecimientos inesperados, Trump se enfrentará a un juicio en el Senado para determinar si debe ser condenado y destituido de su cargo cuando el Congreso se vuelva a reunir en Washington a principios de enero.
El presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, presidirá el juicio. Los responsables de la Cámara de Representantes presentarán su caso contra Trump y el equipo jurídico del presidente responderá. Los senadores actuarán como miembros del jurado.
El juicio podría incluir la declaración de testigos y un extenuante calendario en el que los procedimientos tengan lugar seis días a la semana, a menos que los senadores aprueben que los sábados y los domingos sean días libres, reseñó Reuters.