(01 de noviembre del 2022. El Venezolano).- El hombre acusado de atacar con un martillo al esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, le dijo a la policía que quería tomar a la legisladora demócrata como rehén y “romperle las rodillas” para mostrarles a otros miembros del Congreso que “las acciones tienen consecuencias”, informaron las autoridades el lunes.
En una escalofriante denuncia federal, las autoridades dicen que David DePape, de 42 años, irrumpió a primeras horas del viernes en la residencia de la pareja en San Francisco llevando consigo cinchos de nylon, cinta adhesiva y una soga dentro de una mochila, subió al segundo piso en donde dormía Paul Pelosi, de 82 años, y le exigió hablar con “Nancy”.
“Esta casa y la misma presidenta fueron blancos específicos”, dijo la fiscal de distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, durante una conferencia de prensa para anunciar los cargos estatales en contra de DePape, incluyendo intento de homicidio, reseñó AP.
“Esto tuvo motivaciones políticas”, dijo Jenkins, quien le imploró al público “cuidar las palabras que decimos y bajarle al volumen a nuestra retórica política”.
Los investigadores creen que DePape había estado investigando por anticipado para atacar a Pelosi, dijo Jenkins en una entrevista con The Associated Press. “Esto no fue algo que hizo al calor del momento”, subrayó.
En un comunicado difundido el lunes por la noche, Nancy Pelosi señaló que su familia estaba “sumamente agradecida” por los “miles de mensajes que expresan preocupación, oraciones y mejores deseos”. Después del ataque su esposo fue operado por una fractura en el cráneo y otras lesiones. Ella dijo que está “progresando constantemente en lo que será un largo proceso de recuperación”.
La cruda narrativa expuesta por fiscales estatales y federales contrasta con las burlas y teorías de conspiración propagadas por personajes de la extrema derecha e incluso algunos de los principales republicanos a menos de una semana de las elecciones de mitad de mandato. Este año se ha reportado un número récord de amenazas a la seguridad de legisladores y funcionarios electorales.