(26 de julio del 2024. El Venezolano).- Un presunto pedófilo se suicidó minutos después de admitir haber visto pornografía infantil frente a Alex Rosen, un periodista independiente conocido por sus esfuerzos en contra de los depredadores sexuales de niños en Estados Unidos.
Rosen dirige un grupo que viaja por el país realizando operaciones encubiertas y campañas contra la pederastia. En abril pasado, y haciéndose pasar por una niña de 12 años, contactó a Donald Letcher a través de una aplicación de mensajería, contó este jueves en el pódcast Breanna Morello Show.
Letcher, de 60 años, le enviaba mensajes «bastantes sexuales» y pedía fotografías desnudas de quien él pensaba era una menor. Esta semana, Rosen y su equipo llegaron a la puerta de la casa de Letcher en Canova (Dakota del Sur), donde lo convencieron de admitir sus crímenes mientras era grabado en video.
«Admitió haber visto porno infantil de bebés, que describió con inquietantes detalles», afirmó el periodista, que compartió este martes el diálogo que sostuvo con ese hombre. La grabación era un intento de tener material probatorio para asegurar que pudiera ser condenado, ya que la ley del Estado es confusa si se trata de un caso en que se solicitan imágenes pornográficas de un niño ficticio, explicó.
Después de escuchar suficiente evidencia, Rosen llamó a un policía y logró que Letcher confesara frente a él. A continuación, mientras el oficial hablaba por teléfono con su supervisor, Letcher entró en su residencia, cerró con seguro y se escuchó un estallido. Los uniformados lograron derribar la puerta poco después y descubrieron que se había disparado en la cabeza con un arma calibre 22.
Letcher había sido condenado por abuso sexual a una niña de 9 años en 1996, cargos que fueron anulados por la Corte Suprema de Dakota debido a un tecnicismo y permitieron que quedara exonerado un año después. En 2022, pasó 25 días en la cárcel por atropellar a una niña de 6 años mientras conducía ebrio.
Cazar pedófilos: ¿un crimen?
Rosen reveló que después del incidente los agentes en la escena lo detuvieron, pero más tarde quedó libre. Al respecto, dijo que no había «ninguna razón válida» para que la Policía los involucrara en el suicidio del pedófilo. «Nunca nos acercamos a nadie si no tenemos motivos fundados para creer que está haciendo daño a niños», señaló.
Si bien Letcher estuvo hablando con un señuelo —la niña ficticia de 12 años—, seguía «siendo un depredador» al solicitar fotos explícitas de lo que él pensaba que era un menor. «Sé que sigue siendo una vida humana y todo eso, pero cuando decimos pena de muerte para pedófilos lo decimos en serio […]. Si le gusta que torturen a niños, que se joda», dijo.
Algunas personas en redes sociales desaprueban las acciones de Rosen y de otros cazadores de pedófilos como él, porque pueden obstaculizar el trabajo policial e incurrir en violaciones en materia de privacidad. Sin embargo, por lo general, sus tácticas no son consideradas ilegales mientras se respete la ley.