(27 de julio del 2024. El Venezolano).- Presumiendo ser la cuna de una revolución, París puso en marcha el viernes sus primeros Juegos Olímpicos de Verano en más de un siglo con una fastuosa e inédita ceremonia, que exhibió la tenacidad de la ciudad durante un día que comenzó con un presunto sabotaje a la red ferroviaria de alta de velocidad de Francia.
La llama encendió un globo aerostático mientras la gran Celine Dion cantaba el clásico «Himno al amor» en françés al pie de la Torre Eiffel, con la voz que la caracteriza, a pesar de sufrir una enfermedad que la alejado de los escenarios.
Pero el inicio de la gala a las 7:30 de la noche despertó la euforia de los espectadores.
Aguaceros intermitentes — la primera ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos de Verano con lluvia en más de 70 años — no desanimó a los deportistas que debieron protegerse con paraguas y ponchos al surcar en embarcaciones las aguas picadas del río Sena.
“La lluvia no podrá pararnos», declaró LeBron James, el astro estadounidense del baloncesto, cubierto con un poncho junto a la otra abanderada de su país, la tenista Coco Gauff, reseñó Telemundo 51.
Francia decidió realizar una audaz ceremonia, la primera fuera de un estadio. Docenas de gobernantes y dignatarios hicieron acto de presencia y el resto del mundo estaba pendiente de la extravaganza al aire libre que París mostró.
Más de 6,000 deportistas iniciaron el desfile sobre las aguas del Sena, en un recorrido por los lugares más emblemáticos de la ciudad que se concibió para agigantar el ego de los franceses.
En los márgenes del río y desde los balcones, los espectadores reaccionaron fascinados con el paseo de las embarcaciones.
LA CEREMONIA INAUGURAL BAJO LA LLUVIA
El evento fue estrafalario, con presentaciones pregrabadas y en vivo.
La cantante y actriz Lady Gaga ofreció una actuación al estilo cabaret desde una escalera dorada, fue grabada con antelación. Interpretó la canción francesa “Mon truc en plumes” (Mi cosa en plumas) de Zizi Jeanmaire.
En un divertido video, la leyenda del fútbol Zinedine Zidane apareció llevando el fuego olímpico en un vagón del metro de París. Aya Nakamura, la artista francesa más escuchada en el mundo, cantó su éxito «Djadja” junto a la orquesta de la Guardia Republicana de Francia. La cantante que nació en Malí emergió tras un despliegue de pirotecnia, luciendo un atuendo dorado.
Otro impactante presentación fue la de la banda Gojira al mezclar elementos de ópera y rock pesado. Antecedidos por una recreación de la decapitación de María Antonieta, los miembros de la banda salieron colgados literalmente de un edificio para homenajear a la Revolución Francesa y Los Miserables.
Más de tres horas después, el presidente francés Emmanuel Macron declaró inaugurados los Juegos. En un despiste previo, la bandera olímpica con los cinco anillos fue alzada al revés en la plaza de Trocadero frente a la Torre Eiffel.
Una serie de ataques vandálicos en la red francesa de trenes de alta velocidad que afectaron el traslado de un cuarto de millón de pasajeros en las primeras horas del viernes puso en máxima alerta a las autoridades francesas, quienes buscan determinar si tienen alguna relación con los Juegos.
Los reportes oficiales indicaron que se produjeron varios incendios y se habían encontrado dispositivos incendiarios cerca de las vías de las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este, que conectan París con el resto de Francia y países vecinos.
París, que ha sufrido sangrientos atentados en este siglo, afronta un reto mayor de seguridad debido a la tensión internacional por la guerra de Rusia en Ucrania y el conflicto en Gaza entre Israel y Hamas. También hay alerta por eventuales protestas en medio de un agitado clima político tras las elecciones legislativas de principios de julio.
Unos 45,000 agentes de policías y 10,000 soldados fueron desplegados para garantizar la seguridad de una concurrencia multitudinaria – se esperaron unos 300,000 espectadores, además de los mandatarios extranjeros invitados — en las márgenes del Sena y puntos aledaños.
Aviones caza, drones de vigilancia y helicópteros con francotiradores fueron los únicos autorizados a sobrevolar el cielo de la capital francesa durante la jornada.