(02 de abril del 2022. El Venezolano).- Pese a que lo saludable sería que un conocimiento se difunda y se transmita, de forma tal que llegue a todos, esto no siempre es posible debido a oscuros intereses por mantener a una mayoría ajena a dichos conocimientos, y mantenerla dominada, generalmente. Por lo que resulta Curioso, sobremanera, el tiempo de tres años desde cuando el BCV publicó la última cifra del PIB venezolano; silencio estadístico archiconocido, pues las cifras 2013-2018 no las informó sino hasta 5/2019, trienio en el cual la economía se contrajo en cerca de un 50 porciento y PIB con descenso a unos USD 2.299 (un 67 porciento menos de los 3404 de 2018). Desde entonces, quizá por una administración totpe y mediocre del erario, el régimen no se ha atrevido a publicar cifras actualizadas, pese al aumento de los precios del petróleo en más de unos USD 30, desde el inicio del conflicto bélico ruso-ucraniano, así como tampoco a reponer las reservas que ha venido quemando por mantener un bólar en tendencia bajista, que, muy discretamente, comienza a subir.
Por Isaías Márquez
El reclamo o exigencia por la información estadístico-financiera que debe suministrar el BCV se trata de una disposición prevista en su Ley (Título V-Capítulo II, art 77-81) o caemos en una situación de caos institucional, tal y como el régimen pretende stablecerla mediante informalidades.
Aunque en más de una ocasión NMM se ha referido a una apertura económica, fantasmagórica, para la recuperación del sistema productivo, sin cifras claras ni actualizadas, no es posible que inversionista alguno piense establecerse en Venezuela; pues, un enamorado en solitario, tal y como parece ser la actitud del Ejecutivo, muy pronto sufre un desengaño depresivo y la vergüenza por su desvarío o cinismo.