(24 de enero del 2022. El Venezolano).- La directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Kate O’Brien, no confía en que en algún momento se desarrolle una vacuna contra la COVID-19 que produzca inmunidad esterilizante, es decir, que evite todas las infecciones por COVID-19.
«No creo que debamos tener la expectativa de que haya alguna vacuna que proporcione inmunidad esterilizante. Es una tarea muy difícil para una vacuna», ha señalado O’Brien durante una sesión informativa este lunes en el marco de la 150ª reunión del Consejo Ejecutivo de la OMS.
En cualquier caso, la experta sí ha apuntado que las siguientes generaciones de vacunas contra la COVID-19 sí podrían mejorar por mucho a las actuales.
«Sí creo que podemos tener una expectativa de que las vacunas tendrán un mejor rendimiento contra la infección y, por tanto, contra la transmisión, pero realmente tendremos que ver lo que las vacunas pueden hacer», ha esgrimido, de acuerdo con Europa Press.
Igualmente, considera que podrían ayudar no solo a la lucha contra la COVID-19, sino contra otros coronavirus en general. «Los beneficios potenciales de una vacuna de segunda generación podrían ser no solo con respecto a esta pandemia en particular, sino un conjunto más amplio de competencias para esas vacunas», ha detallado.
Por su parte, el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, ha recordado que las vacunas actuales se desarrollaron «para proteger contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte».
«En ese sentido, estas vacunas tienen un rendimiento excelente. Han cambiado las reglas del juego, pero todos querríamos una vacuna que diera inmunidad esterilizante durante un periodo prolongado, que fuera eficaz contra múltiples variantes, etc. Ese es realmente el unicornio que todos buscamos, el reto de las vacunas de segunda y tercera generación», ha expresado.
A futuro, Ryan sí considera que se podrían administrar diferentes vacunas en función de la edad o del riesgo frente a la COVID-19. «Yo diría que cuando hablamos de dosis de refuerzo ahora, creo que dentro de seis meses o de un año podemos estar hablando de diferentes cursos primarios para diferentes grupos de riesgo, y del número de dosis necesarias para provocar una respuesta protectora a largo plazo», ha remachado.