(16 de septiembre del 2021. El Venezolano).- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó eque el uso de las vacunas de Sinopharm y Sinovac en niños, niñas y adolescentes aún está bajo análisis en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, recordó que la OMS solo ha autorizado la vacuna desarrollada por Pfizer (Comirnaty) para su uso en adolescentes desde los 12 años, mientras que Moderna ha solicitado la revisión de sus datos en adolescentes entre los 12 y los 15 años.
“Las vacunas de Sinopharm y Sinovac solicitaron también a la OMS que puedan utilizar las vacunas de los 3 a los 17 años. Esas tres solicitudes (incluida Moderna) todavía están bajo análisis. No se ha completado porque se tiene que revisar de manera muy cuidadosa las informaciones que presentan los productores sobre los ensayos clínicos que hicieron con adolescentes y niños para asegurar que son vacunas que se pueden utilizar en ese grupo”, expresó durante la sesión informativa de OPS.
El vocero destacó que después que los productores de las vacunas presentan información sobre seguridad y eficacia en sus vacunas y se autoriza su uso, le corresponde al Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre inmunización (Sage) hacer la recomendación de uso.
“Todavía hoy no hay vacunas autorizadas por la OMS para la utilización en niños y por eso la OPS y la OMS no recomiendan todavía el uso de esas vacunas en ese grupo”, añadió.
Sobre la decisión de países de la región de las Américas de autorizar el uso de vacunas en niños, niñas y adolescentes, como Cuba y Chile, aseguró que se trata de una decisión de cada país.
“Seguro ellos tienen sus autoridades regulatorias que recibieron los dossiers o las informaciones de los productores, las revisaron y las autorizaron. No tienen que justificar para OPS ni OMS. Es una decisión de cada país. Nosotros no podemos hacer comentarios sobre esas decisiones porque no conocemos los datos que fueron presentados”, indicó.
Venezuela también es uno de los países que ha anunciado que próximamente iniciará la vacunación contra el COVID-19 en niños, niñas y adolescentes entre los 3 y los 17 años, pero las autoridades no han indicado qué vacunas usarán.
En cuanto al proceso de autorización de uso de emergencia en adultos de la vacuna Sputnik V, Barbosa reiteró que el proceso está suspendido pues durante la inspección de una de las fábricas no se ha encontrado que cumpliera todas las buenas prácticas de fabricación, por lo que la OMS espera que el productor tome las medidas, haga los cambios necesarios y solicite una nueva inspección.
Niños vulnerables
La directora de la OPS, Carissa Etienne, además alertó sobre el impacto del COVID-19 en niños y niñas. Aseguró que el virus tiene consecuencias indirectas que “obstaculizan el crecimiento y el desarrollo” de los más pequeños y ponen en peligro la posibilidad de tener un buen futuro.
“Cuando los niños se infectan con COVID-19 tienden a presentar síntomas moderados o ningún síntoma, pero COVID-19 puede presentar enfermedad grave en niños y adolescentes”, dijo.
“A medida que hay un mayor número de adultos que reciben las vacunas contra COVID-19, los niños que aún no reúnen las condiciones para recibir las vacunaciones en la mayoría de los países representan un porcentaje más grande de hospitalizaciones por COVID-19 e incluso muertes”.
Otras pérdidas
Etienne agregó que los niños que tienen afecciones subyacentes, como diabetes, también están en riesgo de infectarse y presentar síntomas graves que exijan hospitalización. Igualmente destacó otros efectos como consecuencia de la pandemia.
“La pandemia también está afectando la salud de los niños de otras maneras. Los niños de nuestra región están perdiendo sus controles anuales, así como las vacunaciones sistemáticas debido a las perturbaciones generalizadas a los servicios sanitarios”, señaló.
La directora de la OPS afirmó que los servicios de salud sexual y reproductiva siguen estando afectados en más de la mitad de los países de la región y se ha evidenciado uno de los más grandes aumentos en el número de embarazos en adolescentes en la última década, mientras que los servicios de salud mental y apoyo “siguen estando cerca del alcance de muchos”.
Con información de Efecto Cocuyo