(15 de febrero del 2021. EL Venezolano).- Conexas, ambas situaciones, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de los EEUU (U. S. GAO, por sus siglas en inglés), que dependiente de la FDA, estima que las sanciones aplicadas a Venezuela “tuvieron un impacto negativo sobre su economía ”, aunque economistas y ONGs ofrecen visiones paradójicas acerca del impacto, así como el régimen de Nicolás Maduro aduce que los efectos sobre la misma y la producción “son criminales”, situación que genera polarización entre los expertos e incluso entre líderes de la oposición, pues diferentes informes emitidos desde 2019 hasta hoy, plantean varias estimaciones sobre el tema; unos atribuyen a las sanciones por la debacle de la industria petrolera; Otros, llaman la atención sobre los efectos en la población y en aquella. Pero, algunos descartan que haya originado una disminución de la importación de alimentos o medicinas. Sinembargo, una retrospectiva puntual nos recuerda que la ruina de PDVSA así como una economía espasmódica inician desde 2014; las sanciones financieras en 2017 y las petroleras en 2019; tiro de gracia a una economía ya abatida.
Y, aunque las sanciones arguyen que exceptúan los ítems de alimentos y medicinas, al impedirse la exportación petrolera de lo cual pende casi un 97 % del ingreso de nuestras divisas; USD, principalmente, nos quedamos sin recursos para importar alimentos y medicinas que necesitan los excluidos.
Asimismo, la escasez de combustible podría asociarse, también, a fin de importar insumos y repuestos para las refinerías, lo que impide el transporte de alimentos y desplazamiento de la población.
Paralela e irracionalmente, la extensión de las sanciones a terceros que se strevan a negociar con empresas públicas venezolanas implicaría que sus cuentas y activos en territorio estasounidense podrían bloquearse, lo cual inhibe a proveedores de CORPOELEC, HIDROVEN, PDVSA gas, CANTV y a otras empresas públicasel suministro de maquinarias, equipos y repuestos, entre otros. Razón por lo cual las sanciones agudizan las condiciones tan precarias de vida de la población.
Más aun, la banca estadounidense ha objetado las operaciones con muchos de sus clientes venezolanos, sean públicos o privados y hasta organizaciones internacionales de ayuda humsnitaria han denunciado fificultades para efectuar transferencias a empresas e instituciones venezolanas.
Por su parte, la relatora ONU, Alena Douhan, asevera que “las medidas coercitivas impuestas por EEUU contra Venezuela, frenó el desarrollo del país, porque han afectado su economía”.
Isaimar@gmail.com