(29 de diciembre del 2021. El Venezolano).- El Observatorio Venezolano de Violencia, anunció que Venezuela cierra el año 2021 con un estimado de al menos 11.081 personas fallecidas por causas violentas, lo cual se corresponde con una tasa de 40,9 muertes por cada cien mil habitantes.
En su informe anual publicado en su página web, indicó que esta tasa es el resultado de cuatro tipos de muertes violentas que consideramos son los componentes que están pautando la violencia letal en la sociedad: homicidios, resistencia a la autoridad, averiguaciones de muerte y desapariciones. En 2021 estimamos que ocurrieron 3.112 homicidios cometidos por los delincuentes, para una tasa de 11,5 víctimas por cada cien mil habitantes.
«Pudimos estimar que hubo al menos 4.003 muertes de intencionalidad indeterminada, registradas oficialmente como averiguaciones de muerte, y que consideramos son homicidios que permanecen sin aclarar y muchas veces sin investigar, y cuya tasa estimada es de 14,8 víctimas por cada cien mil habitantes«, destaca la OVV
Adicionalmente, precisaron que en este año 2021 pudimos observar en el país un notable incremento de las desapariciones, las cuales implican una presunción de muerte no confirmada por la ausencia del cadáver, lo cual nos llevó a diferenciar la información y establecer esta nueva categoría en la que se encuentran 1.634 personas, para una tasa de 6,0 víctimas por cada cien mil habitantes.
Resaltaron además que esto significa que en el 2021 los delincuentes cometieron diariamente 8,5 homicidios, que los cuerpos policiales mataron a 6,3 personas diarias por resistirse a la autoridad. Que no hubo esclarecimiento de un promedio de 11 víctimas fatales, las cuales quedaron clasificadas como muertes en averiguación, y que cada día del año fueron denunciadas por sus familiares la desaparición de 4,4 personas.
De la misma manera, destacaron que en el año 2021 se incrementaron de una manera importante los casos en los cuales la causa de la muerte permanece en “averiguación”. Un vacío de la información criminalística que deja en el limbo a un grupo importante de muertes, por ausencia de investigación calificada o por la intención de arrojar sombras en lugar de luces sobre las causas reales de las muertes.