(18 de junio del 2021. El Venezolano).- Nicolás Maduro confirmó las elecciones del 21 de noviembre en Venezuela y aseguró que se están llevando a cabo “intensas negociaciones” con la oposición para “ampliar las garantías electorales”. En una entrevista con el medio estadounidense Bloomberg, El dictador chavistas afirmó que “se están dando los primeros pasos para un diálogo justo con la oposición”.
Consultado sobre si se van a cumplir los requerimientos de los observadores internacionales para las elecciones, el venezolano aseguró que todos “están invitados”. Detalló que fueron enviadas “invitaciones formales” a centros importantes de pensamiento político, especialistas electorales y a organizaciones internacionales, entre ellas la “Unión Africana, la Unión Europea y la ASEAN, así como también observadores de Estados Unidos”.
“Hay una negociación intensa y diversa con todas las oposiciones. En Venezuela no hay una sola oposición. Y hoy por hoy hay intensas negociaciones para ampliar las garantías electorales con vistas a las mega elecciones del 21 de noviembre y muy pronto va a haber buenas noticias de nuevas garantías para esas elecciones”, confirmó Maduro. “Las garantías electorales para propiciar unas mega elecciones transparentes y verificables se van a ampliar en función con la negociación política que se están dando con todos los factores de oposición”, añadió.
Tal como anticipó Infobae este jueves, la Argentina está entre los “países amigos” que Maduro nombró durante la entrevista con el periodista Erik Schatzker con los que está tendiendo puentes con la oposición. “Yo creo en las negociaciones políticas”, dijo Maduro y prosiguió: “Hoy se propone un proceso de negociación con la ayuda del gobierno de Reino de Noruega y la participación y observación de otros países amigos del mundo. Ese proceso está incipiente, se están dando los primeros pasos para establecer una agenda de diálogo compartida, común, justa e igualitaria. Yo creo que un diálogo y negociación debe ser progresivo que nos lleven a un gran acuerdo nacional”. Los vínculos entre el Palacio de Miraflores y el gobierno argentino son históricos y se remontan a los tiempos en que Cristina Kirchner -actual vicepresidenta- y Hugo Chávez conducían los destinos de Argentina y Venezuela, respectivamente.
El rol de Buenos Aires podría ser clave para acercar posiciones entre la dictadura chavista y los opositores en una Venezuela devastada tanto humana como políticamente. Además, podría convertirse en una forma de enmendar en parte el desencanto que generó en las grandes democracias occidentales la falta de condena a la sistemática violación de los derechos humanos del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA).Play
Con respecto a las relaciones con Estados Unidos, el dictador se mostro abierto a “abrir un pasillo de comunicación” con el país norteamericano y “regularizar las relaciones diplomáticas”. Expresó su deseo de “llegar a un acuerdo de convivencia y de intercambio” y de “reactivar las inversiones petroleras y las inversiones económicas estadounidenses en Venezuela”.
Asimismo, instó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a que “cese, desde la Casa la Blanca y el Departamento de Estado, la demonización de Venezuela, la demonización de la Revolución bolivariana y la demonización del presidente Nicolás Maduro”. “Ojalá podamos encontrar caminos de acercamiento, de respeto, de beneficio mutuo que permitan regularizar relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela”, agregó. De todas maneras, manifestó que “no ha habido ninguna señal” por parte de Biden para reconstruir el diálogo.Nicolás Maduro en la entrevista con el medio estadounidense Bloomberg
Por otro lado, Maduro reveló que estuvo cerca de reunirse con el ex presidente estadounidense Donald Trump en septiembre de 2018 cuando ambos viajaron para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin embargo, el dictador aseguró que el encuentro no se concretó por “presiones” de funcionarios estadounidenses. “Si nos hubiéramos reunido, otra hubiera sido la historia”, manifestó en relación a las tensiones que atravesaron durante los cuatro años de la Administración Trump.
Sobre la situación económica que atraviesa su país, el dictador aseguró que antes “Venezuela importaba el 80% de todo su alimento” y que hoy la nación “está produciendo el 80% para el pueblo en territorio venezolano”.
Además, señaló que el régimen decidió permitir el funcionamiento del dólar estadounidense para el intercambio comercial, medida que calificó como “positiva”.Un hombre cambia un billete de dólar con el asistente del conductor del autobus en una parada fuera de la estación en Caracas, Venezuela, 9 de marzo del 2021. Foto tomada el 9 de marzo del 2021. REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria
“Ha sido una válvula de escape útil para los consumidores, los empresarios y la economía. Hemos tenido que tragar grueso, poner la cabeza fría y desarrollar un conjunto de políticas que permitan que las fuerzas productivas del país tomen curso y nos lleven a una situación que ojalá se consolide en el segundo semestre, que es volver al crecimiento económico”, añadió.
En lo que respecta a las relaciones internacionales de Venezuela, Maduro apuntó contra los miembros del G7, quienes en la última cumbre del fin de semana pasado en Cornualles (Inglaterra), emitieron una declaración en conjunto contra China. “Es realmente condenable y detestable”, manifestó el venezolano.
Asimismo, aseguró que Venezuela no ha estado ni está aislada y que “es la percepción de la campaña mediática mundial”. “Venezuela tiene grandes amigos y aliados en el mundo, en América Latina, en África, Asia. El mundo es mas allá de Occidente”, señaló.
“El siglo 21 es un mundo multipolar. Nosotros estamos articulados a los nuevos polos emergentes del desarrollo, a las nuevas potencias, y esperamos reconstruir las relaciones con la elite gobernante en Washington”, agregó.