(02 de septiembre del 2019. El Venezolano).- Para el líder de la oposición, Diego Arria, la desilusión se ha transformado en un estado anímico común en la vida del venezolano, sin importar su estrato social, aunque una capacidad económica deprimida es un indicativo de una decepción mayor.
En una entrevista exclusiva a El Venezolano News, Arria afirmó que la situación económica y social de Venezuela son detonantes de este sentimiento, pero más allá se vislumbra una razón principal y es la falta de acciones contundentes para lograr el cese de la usurpación.
Juan Guaidó se perfiló a principios de año como el nuevo abanderado del pueblo venezolano, para ponerle fin a 20 años de un gobierno dictatorial y desconocido por más de 55 países, los mismos que hoy en día tienden la mano a Guaidó.
Sin embargo, a siete meses del 23 de enero de 2019, si hay algo seguro es que Maduro continúa sentado en Miraflores y con una sonrisa de punta a punta que solo se desdibuja cuando una nueva sanción lo afecta.
Del resto, las promesas de Guaidó siguen sin cumplirse, porque no ha habido cese de la usurpación y por ende no puede haber elecciones libres que le abran las puertas al gobierno de transición.
Diego Arria un experimentado político y diplomático venezolano está claro que lo que ocurre en la actualidad es que Guaidó ha ofrecido falsas expectativas a su público, al prometer cosas que no puede cumplir, como ocurrió recientemente al decir que impediría un adelanto de elecciones parlamentarias que sacudan al único poder controlado por la oposición.
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Además, el exembajador de la ONU en Venezuela en su balance para El Venezolano News destaca que en siete meses son más los errores que los aciertos de Guaidó, destacando únicamente el posicionamiento de Venezuela en las mesas más importantes a nivel mundial.
Sin dudarlo, Arria apunta a los partidos mayoritarios que componen la Asamblea Nacional como uno de los grandes culpables en el descenso de Guaidó «Es un gobierno colegiado en el que los partidos manejan a Guaidó a su antojo, transformando al presidente interino en un vocero».
De hecho, el reciente nombramiento de Leopoldo López como coordinador del gobierno de Venezuela ha hecho que las alarmas que llevaban sonando desde hace meses saltaran, en referencia a que el fundador de Voluntad Popular fue siempre el que movió los hilos del aparato político de Guaidó.
«Me parece positivo que la dirigencia se sincerara con el pueblo, además que queda claro que aunque es un gobierno colegiado, es Voluntad Popular quien tiene más poder«.
El expresidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ve con buenos ojos que Guaidó esté actuando en contra, no solo de sus primeros principios, sino en contra de las declaraciones de sus aliados más cercanos. Estados Unidos, Colombia y Brasil; un triángulo que está en desacuerdo con cualquier tipo de negociaciones con el madurismo, debido a su talante dictatorial y violador de derechos humanos.
Pero ni eso evitó que se llevaran a cabo las conversaciones en Oslo y Barbados, en donde no se produjo ningún logro real, aunque se hablara de propuestas claras justo antes que el chavismo tirara la mesa al suelo.
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«Desde un principio las conversaciones estaban mal porque el chavismo no envió a personajes como el ministro Vladimir Padrino y otros generales de la dictadura, en cambio enviaron a los hermanitos Rodríguez y la oposición envió a dos diputados que no representan a nadie en vez de enviar a la rectora de la UCV u otros personajes que tienen más vínculo con la sociedad», opinó.
Arria insiste en que tener el titulo de presidente interino sirve de poco, si no puede lograr control sobre las Fuerzas Armadas, sobre fondos económicos de la nación y en especial de los Poderes Públicos secuestrados por el chavismo. Es así como el titulo se termina transformando en un adorno únicamente valorado por lideres extranjeros que tienen en su mente una manera distinta de libertar a Venezuela, no necesariamente aquellas que se adapten al sentir del venezolano subyugado.