(07 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Tras seis meses de parón y con una millonaria caída de ingresos, la Ópera de Viena retoma este lunes su actividad con el objetivo no sólo de funcionar pese a las mascarillas y los asientos vacíos que imponen la pandemia, sino incluso de atraer espectadores nuevos y rejuvenecer a su público.
“Retomaremos la actividad el día 7 de septiembre”, fue el solemne anuncio del nuevo director de la Wiener Staatsoper, el austríaco Bogdan Roscic, convirtiendo lo que era una rutina cada temporada en lo que hoy es una valiente declaración de intenciones.
“Vamos a representar el programa que yo había pensado”, señaló el nuevo responsable, aclarando que no será una temporada recortada, con menos funciones u obras adaptadas.
En total, la Ópera de Viena subirá a escena hasta el próximo junio 40 óperas y 7 ballets distintos, de los que 12 son estrenos.
De hecho, la temporada arranca justo con un nuevo montaje de Madama Butterfly, de Puccini.
Dos días antes, el ensayo general de esta ópera será el primer ejemplo de la nueva política de Roscic de atraer nuevo público.
Ese ensayo, que normalmente sólo pueden presenciar los medios y los empleados, se abrirá al público menor de 27 años con entradas a 10 euros.
La Ópera de Viena ofrecerá gratis funciones online por el coronavirus
Devolver las representaciones de óperas para niños al escenario principal, desde una sala externa donde se representan ahora; entradas a 15 euros para menores de 14 años; y visitas guiadas en cooperación con colegios son otros de los pilares de esa política para asegurarse una nueva generación de amantes de la ópera.
“No tenemos buenos datos sobre la composición de nuestro público, pero parece ser que la edad media es 64 años, y que en los últimos años ha subido significativamente”, indica Roscic.
Parte indispensable de esa estrategia, según el director, es la reciente inauguración de un estudio de ópera para cantantes que ya han terminado su formación, elegidos entre miles de candidatos, como trampolín hacia el escenario.
Miles de test
El concepto de seguridad de la Ópera, inspirado en parte en el éxito del Festival de Salzburgo el pasado agosto, tiene dos grandes pilares: el control sanitario de artistas y trabajadores, y las medidas aplicadas al público.
Se ha establecido una política masiva de test a los empleados, especialmente entre quienes, por su actividad, no pueden cumplir la generalizada obligación de usar mascarilla y mantener la distancia.
Con información de EFE