(10 de enero del 2025. El Venezolano).- Un fenómeno silencioso se expande a nivel mundial: la miopía, un trastorno visual que hace que los objetos distantes se vean borrosos. Aunque antes se lo consideraba un problema menor, ahora afecta a una porción creciente de la población. Se estima que para el año 2050, casi la mitad de las personas en el mundo padecerá de miopía, según el Instituto Nacional del Ojo de los Estados Unidos. Este aumento ha hecho que los expertos hablen de una “epidemia futura”.
Entre los más afectados están los niños, que están desarrollando su vista en un entorno cada vez más alejado de la naturaleza y más expuesto a pantallas y espacios cerrados. De hecho, un informe reciente de la organización británica Save de The Children indica que, en 2022, solo el 27 % de los niños jugaban regularmente al aire libre, una caída drástica frente al 80% registrado hace dos generaciones.
¿Es posible que algo tan sencillo como salir a jugar bajo el sol pueda marcar una diferencia significativa en su salud visual? La respuesta es un rotundo sí, según los expertos. El informe de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense de 2024 destaca que “aumentar el tiempo que los niños pasan al aire libre ayuda a prevenir el desarrollo de la miopía”.
Dentro de todo lo que implica, la miopía afecta el desempeño escolar, la confianza personal y la capacidad para hacer deporte. Por ello, los especialistas recomiendan tomar medidas preventivas desde la infancia.
Pasar tiempo al aire libre es mucho más que un respiro para los niños; es un auténtico protector ocular. Estudios recientes han demostrado que la exposición regular a la luz solar estimula la producción de dopamina en la retina, un neurotransmisor que regula el crecimiento del ojo y evita que éste se alargue de manera excesiva.
“El tiempo al aire libre, especialmente bajo la luz brillante, ayuda a mantener la forma adecuada del ojo”, señala Chase Ludwig, cirujano vitreorretinal del Instituto de Ojos Byers de la Universidad de Stanford. Esta conexión entre la luz solar y la prevención de la miopía ha sido respaldada por más de 15 años de investigaciones científicas.
Además, la luz solar contribuye a la producción de vitamina D, un nutriente esencial que refuerza los tejidos oculares al reducir la inflamación, mejorar la función corneal y fortalecer la esclerótica, la capa externa del ojo.
En relación al tiempo de exposición a la luz solar, Infobae reseña que, aunque cualquier tiempo al aire libre es beneficioso, los expertos sugieren que los niños pasen al menos una hora diaria bajo la luz solar. Un meta-análisis indicó que esta cantidad de exposición reduce el riesgo de desarrollar miopía en un 45%. Si se extiende a 76 minutos al día, la reducción alcanza el 50 %.
Aunque la exposición a la luz solar es crucial, no debe ser la única medida preventiva. Limitar el tiempo frente a pantallas y asegurarse de que los niños descansen la vista son igualmente importantes. La regla del 20-20-20 (fijar la vista en algo que se encuentre a 6 metros de distancia por 20 segundos cada 20 minutos de actividad cercana) es una recomendación sencilla y efectiva para reducir la fatiga visual.