(02 de abril del 2021. El Venezolano).- La detención y posterior liberación en Venezuela de los reporteros de la cadena colombiana NTN24, Luis Gonzalo Pérez y Rafael Hernández, así como de los activistas de la ONG Fundaredes, Juan Salazar y Diógenes Tirado, ha provocado el “rechazo” y la “indignación” en organizaciones pro-derechos humanos y libertad de prensa de la región latinoamericana.
Varios representantes, en declaraciones a la Voz de América, pusieron de manifiesto “el peligro que corren los profesionales de la información” a la hora de trabajar en el país liderado por Nicolás Maduro.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Carlos Jornet, expresó su “máxima preocupación por lo que está ocurriendo” en Venezuela e instaba a los funcionarios del Palacio de Miraflores a colaborar para “que haya una mejora en el estado de la libertad de expresión” en el país. Jornet es además el director periodístico de la Voz del Interior, un medio de Argentina.
El miércoles, los cuatro arrestados se habían desplazado al estado Apure para realizar una cobertura especial sobre el conflicto en la frontera entre Venezuela y Colombia.
A través de un comunicado al que ha tenido acceso la VOA, la directora de NTN24, Claudia Gurisatti, confirmó que ellos habían sido detenidos por miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) sin motivo aparente y que desde las 16:18 horas de ese día habían perdido el contacto con ellos.
“No entendemos las razones por las que fueron arrestados estos periodistas y estos activistas”, subrayó Jornet a la VOA al tiempo que exigía al gobierno de Maduro a dar las explicaciones pertinentes para “esclarecer” lo ocurrido.
El jueves por la tarde, la cadena televisora confirmó que habían sido liberados pero señaló que tanto los periodistas como los activistas sufrieron heridas de diversa gravedad.
Situación agravada
La SIP es la entidad más reconocida en la región latinoamericana por el trabajo que sus miembros, colaboradores y directivos realizan para abordar la situación de la prensa en los distintos países del continente.
El año pasado se reportaron más de 800 ataques a la libertad de prensa en Venezuela, entre los que se incluyen detenciones a periodistas, activistas y manifestantes.
Jornet, encargado de velar por la situación de la prensa en la región, criticó la “censura permanente” y las “trabas en el ejercicio del periodismo” por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
En el 45º Informe Anual de Derechos Humanos, un documento elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos en el que se analiza las vulnerabilidades entorno a los DD.HH., ya se exponía la situación que había en Venezuela.
Su portavoz, Namita Biggins, en entrevista con la VOA, recalcó la difícil situación en la que viven muchos medios y periodistas independientes a los que desde el Palacio de Miraflores se les intenta silenciar con acciones represivas.
“Existe una impunidad total, nadie está responsabilizando a estos perpetradores de abusos de derechos humanos”, alertó Jornet al respecto.
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