(11 de septiembre del 2022. El Venezolano).- Un grupo de inmigrantes que trabajaron en las labores de limpieza tras el atentado de las Torres Gemelas reclamó este sábado en Nueva York que por lo menos se legalice su estatus migratorio, al haber pasado ya 21 años desde el atentado.
Esa regularización migratoria sería la mínima compensación por los problemas de salud que afrontan por aquel duro trabajo y que en algunos casos ha costado la vida de otros compañeros.
«Su salud se sigue agravando, y esta es una triste realidad con la que viven», comentó a EFE Rosa Bramble Caballero, trabajadora social clínica, especialista en traumas migratorios, que ayuda a un grupo de estos inmigrantes tanto profesionalmente como a través del grupo Nuestros Héroes, que ella fundó y dirige y que convocó hoy a una rueda de prensa.
Recordó que tras el atentado terrorista de 2001, estos inmigrantes, en su mayoría latinos, «nunca dudaron» en realizar el duro trabajo de la limpieza de edificios comerciales y de vivienda, aunque no sabían que aquellas labores que realizaban envueltos en cenizas y polvo los exponía a la contaminación con sustancias químicas.
«Nunca les pidieron documentos» en aquellos momentos para hacer su trabajo, argumentó Bramble Caballero, venezolana, y agregó que muchos se enfermaron y regresaron a sus países, donde murieron, y otros se quedaron en EE.UU.
En las tareas de limpieza del lugar del atentado, estos inmigrantes trabajaron sin la protección adecuada o sin ninguna en absoluto y comían en el mismo lugar donde limpiaban, recordó la directora ejecutiva de Nuestros Héroes, que opera bajo Alianza Venezolana para el Apoyo de la Comunidad, que ayuda a los trabajadores, tanto en la lucha para alcanzar su reclamo como con fondos a través de donaciones.
Los inmigrantes han aguardado por años a que se someta un proyecto de ley en el Congreso que les brinde protección y les coloque en el camino hacia la ciudadanía. En 2017 el entonces congresista Joe Crowley presentó una propuesta en beneficio de socorristas y trabajadores de limpieza pero nunca fue discutida en el Congreso, señaló la activista.