(22 de septiembre del 2020. El Venezolano).- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha alertado este martes contra una «nueva Guerra Fría» entre Estados Unidos y China y ha afirmado que en estos momentos «se avanza en una dirección muy peligrosa».
«Nuestro mundo no puede permitirse un futuro en que las dos mayores economías creen una gran grieta que divida el globo, cada una con sus propias reglas comerciales y financieras y sus propias capacidades de Internet e inteligencia artificial», ha señalado.
Así, ha manifestado durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU que «una brecha tecnológica y económica corre el riesgo de convertirse inevitablemente en una brecha geoestratégica y militar». «Debemos evitar esto a toda costa», ha agregado.
Guterres ha centrado su discurso en la pandemia de coronavirus, que ha descrito como «un quinto jinete al acecho en las tinieblas», después de que en enero advirtiera sobre «cuatro jinetes» que amenazaban a la comunidad internacional: las tensiones geoestratégicas, la crisis climática, la desconfianza mundial y «el lado oscuro del mundo digital».
«Desde enero, la pandemia de COVID-19 ha galopado por todo el mundo, uniéndose a los otros cuatro jinetes y aumentando la furia de cada uno de ellos», ha señalado. «Cada día que pasa, el trágico balance de víctimas aumenta, las familias lloran, las sociedades se tambalean y los pilares de nuestro mundo retiemblan en sus ya endebles cimientos», ha sostenido.
En este sentido, ha recalcado que el mundo «hace frente simultáneamente a una crisis sanitaria de las que hace época, a la mayor calamidad económica y pérdida de empleo desde la Gran Depresión y a nuevas y peligrosas amenazas para los Derechos Humanos».
«La COVID-19 ha puesto en evidencia las fragilidades del mundo. Desigualdades en aumento. Catástrofe climática. Divisiones sociales cada vez más profundas. Corrupción desenfrenada», ha indicado Guterres, quien ha incidido en que «la pandemia se ha aprovechado de estas injusticias, se ha cebado en los más vulnerables y ha hecho desvanecerse de un soplo el progreso de décadas».
El secretario general de la ONU ha incidido en que «por primera vez en 30 años, la pobreza está aumentando, los indicadores de desarrollo humano van a la baja». «Estamos desviándonos a toda velocidad de la senda de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible», ha lamentado.
Por ello, ha argüido que la comunidad internacional «está frente a su propio 1945″, año de fundación de la ONU. «La pandemia es una crisis como ninguna otra que hayamos visto, pero también es el tipo de crisis que veremos producirse en diferentes formas una y otra vez».
«La COVID-19 no es solo una llamada de advertencia: es un ensayo general para el mundo de desafíos que está por venir. Debemos avanzar con humildad, reconociendo que un virus microscópico ha puesto de rodillas al mundo», ha sostenido.
«Debemos estar unidos. Como hemos visto, cuando cada país va en su propia dirección, el virus va en todas las direcciones. Debemos actuar en solidaridad. Se ha prestado muy poca asistencia a los países con menor capacidad para hacer frente al desafío», ha manifestado.
En esta línea, ha indicado que «el populismo y el nacionalismo han fracasado» y ha criticado que «con demasiada frecuencia, también ha habido una desconexión entre liderazgo y poder». «En un mundo interconectado, es hora de reconocer una sencilla verdad: la solidaridad es el interés propio», ha explicado.
Por ello, ha reiterado su llamamiento a un alto el fuego global antes de que termine el año, si bien ha reconocido que «en las zonas en que los grupos terroristas son especialmente activos, los obstáculos a la paz serán mucho más difíciles de superar».
«En la región del Sahel y del lago Chad, vemos cómo se superponen las repercusiones sanitarias, socioeconómicas, políticas y humanitarias de la pandemia», ha dicho Guterres, quien ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que «los grupos terroristas y extremistas violentos saquen partido de la pandemia».
«COMPROMISO COLECTIVO»
En otro orden de cosas, ha pedido que se hagan esfuerzos para que «el mundo en desarrollo no caiga en la ruina financiera» y ha apostado por «un compromiso colectivo para evitar una espiral descendente».
«En todo lo que hacemos, nos centramos especialmente en las mujeres y las niñas. Media humanidad está soportando las peores consecuencias sociales y económicas de la COVID-19. Las mujeres están representadas desproporcionadamente en los sectores más afectados por la pérdida de empleos», ha defendido.
«Al mismo tiempo, millones de niñas están perdiendo la oportunidad de recibir una educación y tener un futuro, por el cierre de las escuelas y el alza del matrimonio infantil. A menos que actuemos ahora, la igualdad de género podría retroceder décadas», ha alertado.
Guterres ha reclamado además «erradicar el espantoso aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas durante la pandemia, desde la violencia doméstica hasta el abuso sexual, el acoso en línea y el feminicidio». «Esta es una guerra oculta contra las mujeres», ha dicho.
UN NUEVO CONTRATO SOCIAL
El secretario general de la ONU ha solicitado además «un nuevo contrato social a nivel nacional y un nuevo acuerdo mundial a nivel internacional» que incluya inversión en «cohesión social» y «protección social».
«Implica asegurar la centralidad de los Derechos Humanos en lo que hacemos (…), implica igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres y las niñas», ha manifestado. «La pandemia ha demostrado más claramente que nunca la eficacia del liderazgo de las mujeres», ha añadido.
Asimismo, ha señalado que este nuevo contrato social «implica efectuar la transición hacia la energía renovable a fin de lograr emisiones netas cero para 2050», por lo que ha pedido medidas «favorables al clima al rescatar, reconstruir y reajustar sus economías».
Entre ellas ha enumerado «aumentar la resiliencia de las sociedades y asegurar una transición justa», «empleos verdes y un crecimiento sostenible», que «los rescates de la industria, la aviación y el transporte marítimo deben condicionarse a que estén alineados con los objetivos del Acuerdo de París» y «dejar de subsidiar los combustibles fósiles».
Guterres ha explicado además que el nuevo acuerdo mundial «debe arraigarse en una globalización justa, basada en los derechos y la dignidad de cada ser humano, en una vida en equilibrio con la naturaleza y en nuestras responsabilidades para con las generaciones futuras».
«No podemos responder a esta crisis volviendo a lo de antes o refugiándonos en nuestra caparazón nacional. Para superar las fragilidades y los desafíos actuales necesitamos más cooperación internacional, no menos; fortalecer las instituciones multilaterales, no abandonarlas; una mejor gobernanza global, no una caótica ley de la selva», ha zanjado.
Europa Press