(16 de agosto del 2023. El Venezolano).- Gustavo Aguado tiene buen oído, y también ojo, para escoger a los integrantes de Guaco. Lo primordial es que tengan buena voz y sean afinados. Lo demás está hecho: los elegidos se incorporarán a una institución musical con más de 60 años de carrera artística que ha desarrollado un sonido propio en el país. En su búsqueda de cantantes también cuenta con el apoyo de amigos que le muestran jóvenes talentos. «Ellos son mi Osmel Sousa, scoutean, pero no la bellezura de las mujeres sino a músicos y cantantes», dice el fundador de la superbanda de Venezuela que el 3 de noviembre cumplirá 74 años de edad.
La salida de Luis Fernando Borjas, Diego Rojas y Mark Meléndez, el último grupo de cantantes de la formación que fundaron los hermanos Aguado en 1962, en Maracaibo, trajo consigo la renovación del «tren delantero» de la llamada «superbanda de Venezuela», por la que han pasado cantantes como Sundín Galué, Amílcar Boscán, Daniel Somaróo, Nelson Arrieta y Ronald Borjas, entre muchos otros.
El primero en sumarse al grupo en esta nueva etapa fue Ángel Delgado. Aguado ya conocía el trabajo del cantante maracucho, de 24 años de edad. Amigos y conocidos le habían hablado mucho de él, pero no fue hasta que lo escuchó cantar que decidió invitarlo a la banda. La alineación estaba casi definida, cuando el líder de Guaco llamó al compositor José Alfonso Quiñones, quien estaba con Abraham Carrillo. Le dijo: «Mira, Gustavo, te tengo al tipo. Se llama Fran Rojas». Desde que escuchó la voz del cantante de Los Teques, de 27 años de edad, sabía que, ahora sí, la agrupación estaba completa.
A ambos jóvenes los tomó por sorpresa la noticia. Aunque pertenecer a Guaco era un sueño, nunca imaginaron que se haría realidad tan pronto. «Al principio no me lo creía porque fue muy rápido todo, pero poco a poco lo fui asimilando», dice Fran Rojas, quien desarrollaba una carrera como cantante y había pertenecido a otros grupos.
En Maracaibo, Ángel también había pertenecido a agrupaciones que le sirvieron de vitrina para que su talento llegara hasta Guaco. Y así fue. «Nunca había tocado con un grupo de gaitas porque anteriormente había hecho música pop y latina. Fue algo increíble porque mi primer show con ese grupo fue teloneando a Guaco», recuerda Delgado.
Todo pasó muy rápido. Los cantantes recibieron la noticia y de inmediato comenzaron los ensayos. No había tiempo que perder, tenían su primer show tres semanas después. El proceso de adaptación fue rápido. Tanto Ángel como Fran son fanáticos de Guaco y conocen, al pie de la letra, todo el repertorio. «Se saben todas las melodías y las letras», asegura Aguado, quien agrega que desde el primer día también conectaron con todo el equipo.
Elahim David Mounicou conoció a los cantantes una semana antes del show, pero desde el primer ensayo hicieron clic. «Nos llevamos súper bien y creo que eso se siente cuando estamos en tarima, la energía es totalmente distinta. Todo fluye con mayor facilidad. Ese creo que es el factor más importante: la convivencia, y ya podemos ponerle un check a eso», asegura el cantante, de 33 años de edad.
El día del show, el sábado 5 de agosto, todo salió como lo imaginaron, incluso mejor. «La receptividad de la gente fue muy buena. Yo a veces soy un poco pesimista y me sorprendió la respuesta del público. Al día siguiente, mis redes sociales y las de Fran estaban llenas de comentarios bonitos», afirma Ángel.
Antes del show, Fran y Ángel sentían muchos nervios y ansiedad. Querían que todo saliera bien. Rojas recuerda que, durante los días previos al concierto, Gustavo Aguado y los miembros de la banda los apoyaron y aconsejaron para que se sintieran cómodos. «Él me dio muchas palabras de aliento y me dijo: ‘Mira, tú has cantado al lado de este tipo y este tipo, que cantes con Guaco no es nada…», cuenta el de Los Teques.
«Lo más bonito fue el recibimiento de los músicos, de la familia, del equipo porque esto es una familia. Siempre el apoyo de todos fue: ‘no te vamos a dejar morir, echa para adelante’. Recibí muchos consejos. Creo que eso nos relajó más al momento de trabajar porque sí veníamos con unas expectativas», agrega Ángel, reseñó El Nacional.