(26 de agosto del 2019. El Venezolano).- Las Fuerzas Armadas brasileñas, movilizadas por el presidente Jair Bolsonaro para colaborar en el combate a los incendios que destruyen parte de la Amazonía, ya actúan en ocho de los nueve estados amazónicos, tras la petición de ayuda presentada este lunes por la gobernación de Amapá.
Amapá se sumó a las Gobiernos regionales de Acre, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Roraima y Tocantins, y solicitó refuerzos militares para combatir los incendios forestales de este año en la Amazonía, los de mayor número en los últimos siete años.
El único estado amazónico que hasta ahora no ha solicitado ayuda al Gobierno presidido por el líder ultraderechista es el de Maranhao, cuyo gobernador, Flavio Dino, un militante del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), es uno de los mayores opositores a Bolsonaro.
El Gobierno confirmó este lunes la extinción del fuego en el Parque Nacional Campo Ferruginoso, al sur del estado de Pará, donde se ha desplegado a la Fuerza Nacional para ayudar a combatir los incendios.
La movilización de las Fuerzas Armadas fue anunciada el pasado viernes por Bolsonaro como primera medida para combatir los incendios y en medio de las fuertes críticas que ha recibido tanto en el país como en el exterior por las omisiones del Gobierno en el combate a la deforestación ilegal de la Amazonía.
Hasta ahora el estado en que más se han movilizado los militares es Roraima, desde cuya capital, Porto Velho, operan desde el sábado dos aeronaves C-130 Hércules equipadas cada una con 5 tanques con capacidad para cargar hasta 12.000 litros de agua por vuelo.
La gobernación de Amapá aclaró que la ayuda solicitada tiene carácter más preventivo, debido a que se está preparando para el período de sequía que ese estado sufre de forma más intensa en los meses de octubre y noviembre.
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“Pese a que Amapá no enfrenta una situación crítica de incendios ni deforestación ilegal, necesitamos actuar de forma preventiva, principalmente porque el período de sequía comienza a intensificarse en la región y a dejar el terreno propenso a las quemadas”, según el oficio que la Gobernación envió a la Presidencia, informó EFE.
“Las acciones preventivas evitarán daños a nuestro patrimonio ambiental. Amapá, como los otros estados de la Amazonía, sufre con la falta de medios financieros, humanos y materiales para combatir los incendios”, agrega.
Pese a las críticas por la flexibilización de las políticas ambientales, lo que ha contribuido para agravar la deforestación, así como por la demora en responder a los incendios, el Gobierno de Bolsonaro garantizó que la situación está bajo control y que las reacciones fueron “exageradas por intereses políticos”.