(26 de diciembre del 2020. El Venezolano).- Para la inmensa mayoría de los venezolanos es una verdadera vergüenza ser “gobernada” por un colombiano quien, además, tiene fama de bruto y ha continuado “el legado de Chávez” hacia la destrucción absoluta y total de aquel país que conocíamos como Venezuela, hoy una colonia de la Cuba narco-castroestalinista, a beneficio de grandes potencias que se están enriqueciendo con sus inmensas riquezas naturales no-renovables, entre las cuales ahora se incluye al coltán, un mineral de alto valor estratégico, mezcla de columbita y tantalita, del que se extraen el niobio y el tantalio, elementos imprescindibles en la fabricación de móviles, videoconsolas, misiles, etc; “El Mineral del Diablo” que en el Congo ha generado una guerra (“La Guerra del Coltán”), que ha cobrado ya decenas de miles de vidas.
Todavía, a estas alturas del partido, no se sabe dónde fue que nació Maduro, quien pareciera no ser muy bruto: mas sí tremendamente ignorante. Sabemos, eso sí, que es un usurpador de la presidencia de la república bolivariana, haya nacido o no fuera de Venezuela o dentro de ella. En primer lugar, por los descarados chanchullos en torno a sus “elecciones”… ya por ahí es un usurpador; pero sí se sabe que su madre era colombiana y como tal, él también “cargaba” esa nacionalidad, a menos que al cumplir la mayoría de edad haya renunciado a ella, algo que parece improbable. Como la constitución bolivariana dice que no se puede ser presidente del país si se cuenta con dos o más nacionalidades: ¡entonces usurpa!
En el supuesto de que Maduro fuese colombiano o colombo-venezolano, pudiera no ser el único mandatario que han pasado por el gobierno en Venezuela como presidente de la república.
Para el connotado historiador estadounidense de principios del siglo pasado, Thomas Rourke, autor del libro “Gómez, Tirano de Los Andes” (Editorial Michael Joseph Ltd, 1937), Juan Vicente Gómez también fue colombiano o, en su defecto: ¡nació en Cúcuta, Colombia! De hecho, vio la luz con otro apellido distinto al Gómez.
Para Rourke, Juan Vicente fue el hijo natural de Evaristo García, colombiano, en Hermenegilda Chacón: ¡también colombiana! Como jamás fue reconocido por su padre biológico, debió haberse llamado Juan Vicente Chacón.
En la página 21 de la versión en español (Ediciones Edime, 1952) leemos:
- ¿Cuándo regresa usted a Cúcuta, hijita? – preguntó la mujer más vieja.
- Yo no regreso, vieja. Me quedo en el otro lado.
- ¡Por Dios! Entonces, ¿usted deja a Evaristo?
- Lo dejo
- ¿Usted cree que lo hace bien? Mire que Evaristo es un hombre rico. Pedro es pobre.
- Estoy cansada de Evaristo y, en cambio, Pedro me gusta.
En efecto, en marzo de 1861, Hermenegilda, su hijo Juan Vicente y una hija más pequeña, cruzaron la frontera a mula y se establecieron en una rústica finca llamada “La Mulera”, propiedad de Pedro Cornelio Gómez. La historia no registra el día en que nació Juan Vicente, pero una vez dueño de Venezuela, logró que lo inscribieran como nacido en el estado Táchira (Venezuela) el 24 de julio de 1857, “coincidencialmente” el mismo día y mes en que nació el Libertador Simón Bolívar. Por otra “coincidencia”, murió el 17 de diciembre de 1935, día y mes en que muriera el mismo personaje histórico.
En la página 22 del mismo libro, leemos:
“El hombre era Pedro Cornelio Gómez y la mujer, Hermenegilda Chacón. El muchacho tenía cuatro años; su nombre era Juan Vicente Gómez. Durante toda su vida se llamó a sí mismo Gómez, pero su apellido debió haber sido García, según su verdadero padre o, – legalmente – Chacón, apellido de su madre: puesto que era un bastardo. La fecha exacta de su nacimiento es desconocida. Se dice que el año fue 1857. Si alguna vez hubo un hombre que fuera el producto genuino de la raza de la cual procedía y de la tierra que le alimentó, ése fue el de nuestro relato. Así, para conocerle tendremos que saber algo de esa tierra y de esa raza y esto es lo que trataremos de relatar tan breve como insensiblemente sea posible.”
Pero hay más. Siendo Juan Vicente Gómez primer vicepresidente de Venezuela, durante la dictadura de “El Cabito” (Cipriano Castro), estaba en la posición idónea para hacer mucho por su numerosa familia, entre quienes se encontraban Juancho, Eustaquio, Evaristo, Santos Matute y el Doctor García. El resto de la “tribu”, llegado a Caracas desde su exilio en Cúcuta y gracias a la “Revolución Restauradora”, fue colocado en posiciones de influencia y a la vez trabajaba constantemente por el prestigio del General (y primer vicepresidente): Juan Vicente Gómez.
El Dr. García – José Rosario García –, de Cúcuta, era su tío carnal, es decir: hermano de su verdadero padre. Se constituyó en su principal consejero personal. Gómez, según nos narra Rourke en su acucioso libro, jamás se dio por entendido con nadie acerca de que el Dr. García era su tío, ni tampoco en el sentido de que Pedro Cornelio Gómez no era su verdadero padre. No obstante, la estrecha asociación entre tío y sobrino durante tantos años, dio la impresión de que Gómez conocía la realidad de su propio nacimiento. Es muy probable, continúa Rourke, que el uso general del apellido Gómez por toda la “tribu”, fuese un esfuerzo deliberado hacia el mantenimiento de la solidaridad del clan, con el cual Juan Vicente estuvo siempre tan estrechamente vinculado.
Juan Vicente Gómez dirigió los destinos de Venezuela, con mano férrea, durante – por lo menos – desde 1908 hasta 1935, año en el que falleció. Solo nos resta saber cuántos años “gobernará” Nicolás Maduro Moros, quien asegura haber nacido en “algún lugar” de Caracas: el 23 de noviembre de 1962.