(24 de febrero del 2020. El Venezolano).- Las calles de la ciudad chilena de Viña del Mar vivieron este domingo varios episodios de violencia en la primera noche de su festival de la canción, en el marco de las protestas sociales que se dan en el país desde hace más de cuatro meses, con la quema de varios vehículos, el saqueo de algunos establecimientos y el ataque a la sede del Gobierno de la localidad, informó, infobae.com
Ya en la tarde una multitud de personas se concentró en los alrededores de la sede del Festival de Viña del Mar para mostrarse en contra de su celebración en medio de la crisis social que vive el país, y protagonizaron choques con las fuerzas de seguridad que trataron de dispersarlos.
En ese momento fue atacado el Hotel O’Higgins, en el que se alojan muchas personas relacionadas con el festival, y el recinto fue evacuado por precaución.
En la noche, un grupo de sujetos atacó la entrada a la Muncipalidad de Viña del Mar generando daños menores al edificio, tanto en ventanas como en la puerta de acceso, según reportó el cuerpo policial de Carabineros y recogieron medios locales.
Una sucursal bancaria y algunas oficinas de empresas de telecomunicaciones fuero objeto de saqueos y destrozos en la noche, así como un concesionario de vehículos sin que hasta el momento haya información oficial del total de daños que estos hechos provocaron.
También fueron quemados varios automóviles que estaban estacionados en la calle.
En paralelo, el Festival de Viña comenzó con la actuación estelar de Ricky Martin, que fue ovacionado por el público y quien animó a los chilenos a protestar “con amor y con paz”.
Chile vive desde el pasado octubre su crisis más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos, además de graves acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
Lo que en un principio empezó como un llamamiento de los estudiantes a protestar contra el aumento de la tarifa del metro, se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que ha dejado además episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.