(12 de julio del 2021. El Venezolano).- El periodista Román Camacho, de la fuente de Sucesos, considera que con la actuación de la banda de Carlos Luis “Koki” Revette, en la Cota 905, se demostró que las organizaciones delictivas del país están coordinadas.
“Se demostró con el Koki que hay comunicación, porque cuando empezó a atacar a los cuerpos de seguridad, cuando salió a las calles, comenzó a decir en notas de voz y de mensajes que él estaba atacando para que la policía dejara de atacar a las bandas de Tejerías y Ocumare. Que cualquier cosa iba a encender Caracas”, expresó en una entrevista con el periodista Vladimir Villegas.
Dijo que después de que en 2015 fue ultimado Jesús Ramos Calderón, alias Chavo, el Koki comenzó a tomar control de la zona, delató a otras bandas con la policía y también hizo alianzas con otros grupos. Y luego de que el régimen declaró a la Cota 905 zona de paz, la banda se convirtió en una organización criminal enorme.
La megabanda de la Cota 905 también está conformada por sujetos de El Cementerio y El Valle. En sí, la lideran Carlos Martínez, alias Vampi, y Garbis Ochoa Ruiz, alias Galvis. Koki, a pesar de tener más alcance mediático, está en el tercer lugar de mando.
Armas importadas y robadas
Camacho aseguró que las armas incautadas a los delincuentes en la barriada son importadas y otras las pudieron haber obtenido de los funcionarios que asesinaron.
“El 2016 fue un año oscuro porque fue el año donde más policías se asesinaron en Venezuela. A los guardias nacionales que asesinaron les quitaron sus fusiles AK-103, FAL, todo ese tipo de armamento”, manifestó.
Lo que llama la atención, observó el periodista, son las municiones elaboradas por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares. “Hay que ver qué persona está sustrayendo esas municiones y las está vendiendo a las armas criminales. Puede ser de dentro, puede ser alguien que se meta y no sepan”, agregó.
Había además armamentos y lanzamisiles desechables rusos.
El periodista señaló que la alianza entre la banda del Koki con la de La Vega no era solo para ampliar la capacidad de secuestros, sino que tenía el objetivo de comenzar con el trabajo del narcotráfico.
Zonas de paz, “un invento absurdo”
Camacho dijo que lo ocurrido en la Cota 905 marcó un antes y un después en la actuación policial. Expresó que se pensaba que las zonas de paz eran intocables, pero el régimen se dio cuenta de que fueron un error que cometió el chavismo y que hay que atacarlo.
“Las zonas de paz fueron un invento absurdo que se dio con José Vicente Rangel Ávalos. ‘Vamos a llegar a un acuerdo, donde no va a haber operativos en tu zona, vamos a llevar planes educativos y tú al final me vas a dar tus armas. Vas a deponer tu actitud violenta y te vamos a reinsertar a la sociedad’. Y al final no funcionó. Ningún delincuente va a querer dar su arma”, expuso.
Balacera por ataque al Loco Leo
La balacera que ocurrió el miércoles 7 de julio en varios puntos de Caracas se debió a que funcionarios policiales hirieron durante un enfrentamiento a Leonardo José Polanco Angulo, alias Loco Leo, cuando caminaba por la avenida Intercomunal de El Valle, acompañado de Deivis Alexander Castro, alias Gazú, y Dimas Alexander Pérez Suarez.
“Estaban caminando y se encontraron con una comisión de la policía. Se reconocieron y se generó un enfrentamiento. En ese enfrentamiento cayeron heridos, se llevaron al Loco Leo a la Cota 905 por la parte de la montaña. Eso trajo todo este desenlace. Porque la banda de la Cota 905 lo vio como una provocación y mandaron a bajar a todos sus integrantes a El Cementerio”, explicó.
Camacho aseguró que alias Vampi quedó en una situación de amenaza en la banda porque presuntamente dejó abandonados a sus miembros cuando fueron sorprendidos por los funcionarios de seguridad del Estado en la zona.
Actualmente, aseguró el periodista, el Koki perdió autoridad y la banda está desarticulada.