(05 de febrero del 2024. El Venezolano).- En el 2022, un grupo de aventureros, liderados por la científica Tracie Baker de la Universidad de Florida, se aventuró en una expedición en canoa a lo largo del remoto sendero de 130 millas de los Everglades. Su misión era comparar las aguas actuales con las de 1897 y evaluar la presencia de productos químicos modernos en una de las zonas salvajes más inexploradas de Estados Unidos.
Aunque el informe final está en proceso, los datos preliminares revelan descubrimientos sorprendentes. Baker, quien realizó pruebas de agua sofisticadas en 12 sitios que abarcan los Everglades desde el río Harney en el Golfo de México hasta el río Miami, encontró evidencia de contaminación humana en todo el «River of Grass».
Las muestras de agua revelaron la infiltración de pesticidas, herbicidas, microplásticos y PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) en áreas que se extienden desde zonas cercanas a Miami hasta áreas a 20 millas del desarrollo humano más próximo. La comparación con datos de 1897 muestra ocho veces más sólidos en el agua y niveles más altos de sulfato y nitrógeno, indicando una transformación significativa en los últimos 125 años.
Uno de los hallazgos más destacados se centra en las PFAS, sustancias químicas utilizadas desde la década de 1940 para diversos fines. Baker encontró PFAS en todos los sitios, destacando su presencia más pronunciada en el sedimento que en el agua. Sorprendentemente, las zonas más remotas, como el Sitio 4 en la pradera de pastos de sierra, también mostraron altos niveles de estas sustancias.
Los microplásticos, provenientes de microperlas y fragmentos de plástico, fueron detectados en todo el ancho de los Everglades, con densidades más altas cerca de áreas urbanizadas. Estos hallazgos plantean preguntas sobre los impactos ambientales y para la salud humana de estos materiales.
La investigación de Baker también abordó la presencia de productos farmacéuticos, glifosato (herbicida), y genes de resistencia a los antibióticos. Los resultados muestran la presencia de sustancias como azúcares sintéticos, medicamentos y DEET, junto con la ubicuidad del glifosato en todos los sitios, alcanzando su punto máximo en el Sitio 4, considerado el más remoto.
La sorpresa final fue la presencia de contaminación en áreas aparentemente inaccesibles, con la detección de PFAS y pesticidas en la prístina pradera de pastos de sierra.
A pesar de la belleza del viaje en canoa a través de los Everglades, la investigación de Baker resalta la huella humana incluso en las regiones más salvajes. La expedición espera arrojar luz sobre la salud y sostenibilidad de este ecosistema único, subrayando la necesidad de una gestión ambiental más consciente y medidas para preservar las joyas naturales de nuestro país.