(22 de septiembre del 2019. El Venezolano).- ¿Cuáles son los efectos del vapeo para la salud? Esta pregunta recurrente vuelve a plantearse tras la decisión de India de prohibir los cigarrillos electrónicos, pero la ciencia no puede por el momento dar una respuesta certera.
¿Qué contienen los cigarrillos electrónico?
El vapeo consiste en inhalar vapores creados por el calentamiento a alta temperatura de un líquido en el interior del cigarrillo electrónico.
Los líquidos contienen, la mayor parte del tiempo, nicotina, una sustancia muy adictiva que puede afectar el desarrollo del cerebro antes de los 25 años y, según ciertos estudios, tener un efecto nefasto en el de los adultos.
En cambio, no incluyen muchas sustancias peligrosas que se encuentran cuando se fuma un cigarrillo como el alquitrán (cancerígeno) o el monóxido de carbono (causa de enfermedades cardiovasculares).
Pero el vapor contiene partículas finas que penetran en los pulmones. Hay “muchas sustancias potencialmente tóxicas”, concluyó un informe de la Academia de Ciencias estadounidense publicado en 2018.
Entre ellos, metales (níquel, plomo…) procedentes probablemente de la bobina utilizada para calentar el líquido, así como aditivos considerados seguros en la industria agroalimentaria, pero vinculados a enfermedades pulmonares o no estudiados bajo su forma vaporizada.
Habrá que esperar estudios durante varias décadas para tener la certeza de los efectos a largo plazo de esas sustancias en las células del cuerpo.
¿Es peligroso vapear?
Los investigadores tienen aún poca perspectiva sobre los cigarrillos electrónicos, vendidos desde mediados de los años 2000.
Para las personas que ya fuman, el consenso científico actual es que reemplazar al cigarrillo por el vapeo es menos nocivo: la nicotina queda, pero las sustancias cancerígenas presentes en los cigarrillos ya no son inhaladas.
“Incluso si bien es difícil cuantificar de manera precisa la toxicidad a largo plazo del cigarrillo electrónico, evidentemente ésta es muchísimo menor que la del cigarrillo tradicional”, indicó en 2015 la Academia de Medicina francesa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se muestra más prudente, tomando como referencia un informe de 2014: “los SEAN (Sistema Electrónico de Administración de Nicotina) son probablemente menos tóxicos que los cigarrillos, pero no hay pruebas suficientes para cuantificar el nivel preciso de riesgo”, estima.
En cualquier caso, “los SEAN son incuestionablemente nocivos y deberán ser regulados”.
Por otra parte, en Estados Unidos, una misteriosa epidemia de enfermedades pulmonares agudas ha causado varias muertes este verano y enviado a cientos de personas a las emergencias médicas.
La mayoría había comprado líquidos con THC, la sustancia psicoactiva del cannabis, pero se ignora aún cuál ingrediente, entre los numerosos aditivos, podría haber dañado los pulmones.