(12 de diciembre del 2023. El Venezolano).- A partir del próximo lunes 15 de enero, la Plataforma Patria, encargada de gestionar bonificaciones y subsidios del gobierno venezolano, cerrará los monederos y billeteras en criptomonedas, poniendo fin al acceso al cuestionado criptoactivo Petro. Esta criptomoneda estatal, lanzada por el gobierno de Nicolás Maduro en 2018, ha enfrentado escepticismo y críticas desde su inicio.
La decisión implica la conversión de los fondos en la billetera virtual del Petro a bolívares, la moneda local que ha experimentado una continua devaluación. El gobierno venezolano, que respaldó el Petro con las vastas reservas petroleras del país, buscaba encontrar nuevas formas de financiamiento internacional, especialmente en medio de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
El Petro, tasado por Venezuela en 60 dólares por unidad, equivalente al valor de un barril de crudo venezolano en ese momento, tuvo un alcance limitado en la práctica. Aunque inicialmente se presentó como una criptomoneda respaldada por activos y como una forma de sortear las restricciones internacionales, su uso se limitó en gran medida a transacciones con el Estado, como el pago de impuestos, reportó la AFP.
La Plataforma Patria permitía a los usuarios recibir transferencias en Petro, que luego podían canjear a bolívares a través de subastas. Sin embargo, su uso real fue más como una referencia de valor en medio de la inflación crónica y la devaluación constante del bolívar.
El anuncio del cierre de la posibilidad de canje en Petro se produce después de un escándalo de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que involucró a funcionarios de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip). Este caso resultó en la renuncia del ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, y la detención de responsables de la Sunacrip.
El Petro, que alguna vez se presentó como una alternativa para eludir las sanciones internacionales, parece haber llegado al final de su curso, sumido en la desconfianza y la controversia.
La decisión de cerrar los monederos y billeteras en criptomonedas del Petro marca un hito en el controvertido camino de esta criptomoneda estatal. A pesar de los intentos iniciales del gobierno de Maduro por posicionar al Petro como una herramienta financiera innovadora, su falta de confianza y el escepticismo tanto a nivel nacional como internacional limitaron su adopción. La corrupción que involucró a altos funcionarios del gobierno y de la Sunacrip, así como el incumplimiento de promesas clave, como el anclaje de los salarios al Petro, contribuyeron a su desaparición práctica y a la pérdida de credibilidad en esta iniciativa.
Con el Petro en declive, el uso de otras criptomonedas en Venezuela ha seguido creciendo, ya que los ciudadanos buscan refugio frente a la inflación y la devaluación del bolívar. Aunque el Petro puede quedar en el pasado como un experimento fallido, el interés y la participación en criptomonedas a nivel general persisten en el país sudamericano.