(04 de mayo del 2022. El Venezolano).- Los bosques del sureste de la Amazonía peruana parecen prístinos, pero esconden una realidad perversa al estar absorbiendo niveles de mercurio tóxico nunca antes registrados en el planeta como consecuencia directa de la minería de oro informal e ilegal, según un estudio publicado en la revista “Nature Communications”.
La investigación se llevó a cabo en el selvático departamento peruano de Madre de Dios, uno de los más depredados por la fiebre del oro aluvial, que en la última década escaló un 40 % solo en las áreas protegidas del país.
“Los niveles de mercurio que encontramos fueron completamente inesperados, no lo podía creer, eran mucho más altos que en cualquier otro lugar”, reconoce a Efe la biogeoquímica estadounidense Jacqueline Gerson, autora principal de la investigación.
El estudio recolectó muestras de aire, vegetación y suelo en tres sitios cercanos a la actividad minera aurífera, así como dos más alejados, y descubrió que las áreas de bosques primarios adyacentes a la minería tenían entre dos y catorce veces más mercurio que las más remotas.
En concreto, en la estación biológica de Los Amigos, que se extiende por cerca de 146.000 hectáreas, la carga de este metal tóxico superó las concentraciones reportadas en cualquier otro ecosistema estudiado previamente en el mundo y se ubicó a la par con los valores de áreas afectadas por la combustión industrial de carbón en China.
Por el contrario, las áreas deforestadas en la zona minera tenían una carga menor de mercurio, lo que sugiere que la propia complejidad forestal de la biodiversidad amazónica hace que esta región sea altamente vulnerable a un mayor almacenamiento de este metal.
“La gran cantidad de cobertura de hojas actúa como una superficie perfecta para el mercurio (…), pues es justamente la presencia de este dosel espeso lo que es importante para eliminar ese mercurio de la atmósfera y traerlo al bosque”, puntualiza Gerson.
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