(03 de junio del 2024. El Venezolano).- Con el anuncio de la presidenta, en funciones, de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre una posible coalición entre el Partido Popular Europeo con los Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia), de la ultraderechista Giorgia Meloni, una especie de regocijo le entró al líder del Partido Popular español (PP), Alberto Núñez Feijóo.
Por: José Antonio Medina Ibáñez
Es que en España siempre leemos las elecciones europeas en clave nacional, aprovechamos cualquier rebufo que nos convenga y, sin perder tiempo, nos anotamos para sacar provecho.
La posibilidad de un crecimiento de la ultraderecha en el Parlamento Europeo, le ha venido de maravillas al líder de la derecha española, Núñez Feijóo, quien, en otro de sus inéditos arranques, dijo que el partido de Meloni no le parecía tanto de la ultra como otros, pero como no tenía suficiente información de cómo es, habría que esperar.
El gallego que, ya tiene 2 años como presidente del PP gobernando con la extrema derecha en 135 municipios, asegura que no tiene información sobre la ultra italiana y, aún así, espeta, con cara de convencido, que el partido de Meloni tiene pinta de más bueno que el resto, eso sí, sin decir quiénes forman ese resto de malos, esa responsabilidad nos la ha dejado a nosotros. Hueco, hueco, no está, simplemente es otro rompecabezas que se ha montado, sin importarle que ultras son antisistema.
Feijóo dice desconocer que Meloni está a favor del aborto, que no cree en el pacto verde europeo, que para ella Mussolini fue el mejor político de los últimos 50 años, que se avergüenza de que se defiendan los derechos de los homosexuales y, que la bandera del arcoíris es un marasmo cultural. Es para quedarse encandilado por el fogonazo del lumbreras.
Sin embargo, el caso es que no se trata de que el PP europeo logre mas escaños, sino que el PP español saque más curules europeístas que los socialistas españoles dentro de los 61 puestos disponibles. El feiticeiro aspira a que los 7 diputados que ganó Ciudadanos (Cs) y, los 4 que sacó Vox en 2019, los pierdan y, él los sume a sus 13 para ganarle a Pedro Sánchez que tiene 21. Por eso se encomienda a Ursula, la única capaz de quitarle ese nerviosismo que le hace mirar hacia abajo cuando le entrevistan.
Para colmo, las comisiones que montó en el Senado para encontrar ladrones de mascarillas Covid, no le están funcionando y, para completar, Sánchez ha salido indemne de sus 5 días de reflexión. ¡Jopé! es como para desmayarse.
Así las cosas, no sería de extrañar que le esté preguntando al espejito si logrará tumbar a Sánchez y, si ganaría las elecciones. Que le diga qué hacer porque ni los bulos contra Begoña Gómez le funcionan.
De todo ha hecho Feijóo para que le salgan más canas a Sánchez, incluso aprovechó la metedura de pata del ministro de Transportes que acusó al desenfrenado Milei de meterse sustancias, pero vino el argentino pegó cuatro gritos y, se marchó dejando un tufo de inseguridad jurídica en Argentina y, a los empresarios españoles que se tomaron la foto, dándole la espalda. No pega una.
Es más, sobre el reconocimiento de Palestina como Estado, dijo que no era una buena idea, que quizá más adelante, dejando a su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, decirle a Pedro Sánchez que utiliza la guerra contra palestina para esconder su miseria política. Es que va a un velorio y se equivoca de puerta.
Por último, su apuesta de principio, la de dar entrada a VOX en sus discursos y decisiones, hace un par de días la ha cambiado, ahora dice que Abascal es un descalificador, un menospreciador y, un colaborador de Pedro Sánchez. No hay quien lo entienda. Parece un gallito de viento.