(20 de septiembre del 2020. El Venezolano). – Predecir el futuro es una utopía que se remonta a los orígenes de la humanidad. Desde las pitonisas de la antigua Grecia, todo tipo de personajes lo han intentado de distintas maneras a lo largo de la historia y a través de diferentes culturas. La ciencia moderna sabe que es imposible, pero en los más variados campos se inventaron métodos para hacer pronósticos acerca de lo que puede suceder, basados en la información disponible en el presente.
Las predicciones son especialmente difíciles en política, porque el comportamiento humano tiene siempre altas dosis de incertidumbre. Ya hay demasiados ejemplos de la escasa capacidad anticipatoria de las encuestas, que son el instrumento más difundido en los medios de comunicación para prever el resultado de una elección. Existen modelos predictivos más sofisticados en ciencia política, pero con resultados mixtos.
Allan J. Lichtman no es un oráculo ni un politólogo. Es un historiador que se hizo célebre en Estados Unidos por su notable precisión para anticipar el futuro político. Desde 1973 es profesor de historia en la American University de Washington DC y en 1981 desarrolló un sistema que le permitió predecir exitosamente el ganador de todas las elecciones presidenciales desde 1984 hasta 2016.
La única excepción fueron los comicios del 2000, los más disputados de todos los tiempos. Al Gore recibió más votos que George W. Bush —como él había predicho—, pero perdió en el Colegio Electoral luego de que dieran ganador al candidato republicano en Florida por una diferencia menor a mil sufragios, en una elección que terminó siendo judicializada.
Lichtman no creó su método solo. Lo hizo junto a Vladimir Keilis-Borok, un importante matemático y geólogo ruso que había ideado un sistema para pronosticar terremotos. Con esa misma lógica, diseñaron un mecanismo que no se basa en especulaciones ni en encuestas, sino en la historia. Bajo la premisa de que los ciudadanos conciben al voto como una forma de premiar o castigar al gobierno, estudiaron en profundidad todas las elecciones entre 1860 y 1980 para buscar qué variables se presentaban asociadas a triunfos oficialistas y cuáles a derrotas. Encontraron que había 13 especialmente significativas
Lichtman publicó en 1996 The Keys To the White House (“Las claves para la Casa Blanca”; Lanham: Rowman & Littlefield), el libro en el que plasmó su teoría, que a esa altura ya había sumado varios aciertos. Aunque ninguno fue tan resonante como el de 2016. Cuando todas los sondeos y la gran mayoría de los analistas y pronosticadores vaticinaban una victoria de Hillary Clinton, Lichtman dijo que Donald Trump iba a ganar. El Presidente se lo agradeció.
“Estoy aquí sentado en mi estudio y tengo sobre mis hombros una nota escrita sobre una entrevista que me realizó The Washington Post en septiembre de 2016, cuando predije que Trump iba a ganar. Dice: ‘Profesor, felicitaciones. Buena decisión’. Y en letras grandes, con marcador, está firmada por Donald J. Trump. Reconoció mi predicción, pero no comprendió el significado profundo de las claves, que es que cuando eres el presidente, y no el contendiente, te juzgan por tus logros. Lo que cuenta es el gobierno”, dijo Lichtman en una entrevista con Infobae, en la que, además de pronosticar quién será el próximo presidente, analizó en profundidad la encrucijada política en la que se encuentran los Estados Unidos.
El sistema predictivo de Lichtman se basa en 13 proposiciones sobre el desempeño del gobierno y sobre los candidatos que compiten en las elecciones. Si 8 o más de las 13 son verdaderas, el pronóstico es que gana el presidente o el postulante de su partido. Si, en cambio, 6 o más son falsas, la predicción es una victoria opositora.
Así clasificó el historiador las 13 claves que pueden definir el resultado de las elecciones de 2020:
1) Mandato partidario: tras las elecciones de medio término, el partido gobernante tiene más bancas en la Cámara de Representantes de las que tenía tras los anteriores comicios de mitad de período. Respuesta: FALSO
El Partido Republicano había ganado 247 de los 435 escaños de la Cámara de Representantes en los comicios legislativos de 2014. Pero, tras las parlamentarias de 2018, perdió la mayoría y se quedó con apenas 199, frente a 235 del Partido Demócrata. Es cierto que ganó escaños en el Senado, pero esta clave solo observa lo que sucede en la cámara baja.
2) Competencia: no hay una competencia seria para el candidato oficialista en las primarias partidarias. Respuesta: VERDADERO
Donald Trump obtuvo en las internas republicanas el 100% de los 2.550 delegados en juego y el 94% de los votos. Bill Weld salió segundo con apenas 2 por ciento.
3) Oficialismo: el candidato oficialista es el presidente en ejercicio. Respuesta: VERDADERO
4) Tercer partido: no hay ningún tercer partido o candidato independiente significativo. Respuesta: VERDADERO
Si bien hay partidos menores que se presentan, como en todas las elecciones, no hay ninguno que supere el 3% de intención de voto en ninguna encuesta.
5) Economía de corto plazo: la economía no está en recesión durante la campaña electoral. Respuesta: FALS
El PIB estadounidense sufrió la peor caída de su historia en el segundo trimestre de 2020: se contrajo 31,7% anual. Todavía no concluyó el tercer trimestre, que abarca el comienzo de la campaña, pero el colapso fue tan grande que, más allá de que se registra un rebote, los números seguirán siendo negativos en comparación con 2019.
En todos sus discursos, Trump intenta de enfatizar que la crisis se terminó y que el país se está recuperando. De hecho, es cierto que el desempleo, que había subido hasta 14,7% en abril, bajó a 8,4% en agosto. Pero Lichtman no cree que sea suficiente para cambiar la interpretación de esta clave. Lo que importa es el número, que muestra una caída respecto del año pasado.
“Es lo mismo que dijo Herbert Hoover (presidente entre 1929 y 1933, cuando fue derrotado por Franklin D. Roosevelt) en medio de la Gran Depresión: ‘La prosperidad está a la vuelta de la esquina, la economía va a mejorar, dénme cuatro años más y las cosas serán maravillosas’. Yo no voy detrás de las claves ni intento psicoanalizar cómo pueden llegar a pensar los votantes. El punto es que tenemos una recesión en un año electoral y eso es lo que define a la clave”.
6) Economía de largo plazo: el crecimiento económico per cápita durante el mandato iguala o supera al promedio de los últimos dos mandatos presidenciales. Respuesta: FALSO
El Fondo Monetario Internacional proyecta que el PIB de los Estados Unidos se contraerá 5,9% en 2020. Si se confirmara ese número, Trump completaría su mandato con un incremento promedio de 0,4 por ciento. En sus ocho años de gobierno, Obama promedió un crecimiento anual de 1,6 por ciento. Trump trata de culpar a la pandemia, porque en sus primeros tres años la media fue superior a 2,5 por ciento. Pero el historiador está convencido de que no le va a servir.
“Eso también decía Hoover: ‘Es una depresión mundial, yo no la causé, no es mi culpa’. No importa. Cuando los votantes están sufriendo, están sufriendo. De hecho, Hoover dijo que cuando uno es presidente obtiene ‘el crédito por la luz del sol y la culpa por la lluvia’. Está lloviendo muy fuerte en Estados Unidos”.
7) Cambios en las políticas públicas: el Gobierno realizó importantes cambios en políticas públicas nacionales. Respuesta: VERDADERO
Que reconozca las transformaciones no significa que Lichtman esté de acuerdo con ellas. Lo relevante para la predicción es que se hayan producido. “El gobierno de Trump retrocedió el reloj en la protección del medio ambiente. Revirtió casi todas las regulaciones diseñadas para limitar la emisión de gases de efecto invernadero, que causan el cambio climático inducido por los seres humanos. Al mismo tiempo, promovió ferozmente a las industrias de combustibles fósiles, que son responsables de esta catástrofe. Es un crimen contra la humanidad. El cambio climático es una amenaza existencial, no tanto para la gente grande como yo, pero sí para los jóvenes. No es teórico, está aquí. Toda la Costa Oeste de Estados Unidos está ardiendo. Tenemos sequías, tormentas récord, tornados, ciudades inundadas aunque no llueva. Pero Trump dice ‘Ya va a refrescar, yo se más que 10.000 científicos alrededor del mundo’. Este es el aspecto más escalofriante de su presidencia”.
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