(18 de Febrero del 2020. El Venezolano).- “Soy inocente. No tengo nada que temer“. Fue hace seis años, cuando el opositor venezolano Leopoldo López proclamó su inocencia con estas palabras antes de entregarse a las autoridades y dejó en la retina de sus conciudadanos la imagen más recordada de “La Salida”, la apuesta más dura del antichavismo.
Ese movimiento puso en marcha la primera gran oleada de protestas desde que Nicolás Maduro llegó a la Presidencia, en abril de 2013. Atrás quedó un reguero de sangre con más de 40 muertos, centenares de lesionados y detenidos, cuyas heridas todavía siguen presentes en la vida política y social de Venezuela, mientras el movimiento ha quedado en el olvido.
Qué fue la salida
El 23 de enero de 2014, una parte de la oposición inició una campaña de manifestaciones para derrocar a Maduro, que apenas llevaba unos meses al frente del Gobierno tras el fallecimiento de Hugo Chávez y las posteriores elecciones presidenciales de abril de 2013.
La propuesta era “una salida pacífica, democrática y constitucional” para acabar con el Gobierno chavista con distintas acciones en las calles, como asambleas ciudadanas.
De López a Machado, los protagonistas
Los políticos que lideraron esta iniciativa fueron Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, de los partidos Voluntad Popular (VP), Vente Venezuela (VV) y Alianza Bravo Pueblo (ABP), respectivamente.
Con ello, crearon una ruptura evidente dentro de la oposición, aglutinada entonces en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y que dejó dos grandes bandos: los “salidistas” y los que abogaban por el diálogo.
Entre estos últimos se encontraba el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, o el líder de Acción Democrática (AD) Henri Ramos Allup, uno de los políticos con más trayectoria en la región.
Con información de EFE