(07 de marzo del 2023. El Venezolano).- El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) está llevando a cabo un programa de recopilación de información prácticamente desconocido en todo el país, según reportó este lunes Politico, citando documentos internos.
El ‘Overt Human Intelligence Collection Program’ (OHIC), que existe al menos desde el 2016, está dirigido por la Oficina de Inteligencia y Análisis del DHS, y tiene como objetivo recopilar información sobre amenazas como el crimen organizado y el narcotráfico transnacional.
El programa permite a los funcionarios del DHS «solicitar entrevistas con casi cualquier persona» en EE.UU., incluidos reos en cárceles locales y prisiones federales. Sin embargo, la preocupación por la posibilidad de que la ausencia de un abogado en los interrogatorios pudiera vulnerar los derechos civiles de las personas hizo que este elemento concreto del programa se pusiera en pausa en el 2022.
«Aunque este interrogatorio es supuestamente voluntario, la política del DHS ignora el entorno coercitivo en el que se encuentran estas personas. No garantiza la presencia de un abogado y no hace nada para impedir que el Gobierno utilice las palabras de una persona en su contra ante un tribunal», declaró Patrick Toomey, de la Unión Americana de Libertades Civiles, a Politico.
Operaciones sin ética
Entre las revelaciones también figuraban la preocupación de muchos miembros del personal del DHS por la legalidad y moralidad de las operaciones del departamento y la influencia de la política en las mismas.
El 12 de noviembre de 2020, apenas una semana después del día de las elecciones presidenciales en EE.UU., Robin Taylor, entonces directora de la División de Operaciones de Campo de la Oficina de Inteligencia y Análisis del DHS, envió por correo electrónico a varios funcionarios un resumen de 12 sesiones de escucha que un organismo de control interno había llevado a cabo con los funcionarios de la división.
Entre sus quejas, los empleados destacaban que muchas de sus asignaciones parecían ser «asuntos de aplicación de la ley y no para una organización de inteligencia». Asimismo, señalaban que la rúbrica del ‘Apoyo Departamental’ parecía una «laguna explotada para llevar a cabo actividades cuestionables».
«Un individuo dijo que la dirección de la FOD (División de Operaciones de Campo) es ‘turbia’ y ‘funciona como un gobierno corrupto'», decía el documento, sugiriendo más tarde que las personas que plantean preocupaciones podrían ser castigadas con asignaciones polémicas. «Si hablas, te encontrarás en la frontera suroeste o en Portland, serás llamado por el cuartel general de la FOD o serás trasladado», resaltaba el documento.
Portland, en el estado de Oregón, fue escenario de un escándalo mediático en el que estuvo implicado el DHS a mediados del 2020, cuando manifestantes violentos atacaron el juzgado federal. A finales de julio, el Washington Post acusó a la Oficina de Inteligencia y Análisis del DHS de espiar a periodistas y manifestantes. Dos días después, el jefe de dirección, Brian Murphy, fue destituido.