(22 de enero del 2025. El Venezolano).- Con gran tristeza, gran admiración y esperanza. Hay que ver lo que es enfrentar un Estado autoritario, criminalizado, asociado a los peores regímenes del mundo, como China, Rusia. Y desarmado, con una oposición que no está armada, que no tiene la violencia, porque no forma parte de su agenda ni de su forma de ser. María Corina Machado es una de las líderes más admirables del mundo en estos tiempos. Pero ya dijeron e hicieron todo lo que se podía. Ahora le toca a la comunidad internacional y notablemente a Estados Unidos ver qué cartas juega en este proceso.
Diario la SEMANA le pregunta a Moisés Naím: En este escenario de un presidente electo, pero un dictador al mando, hay muchos imaginarios que vienen a la cabeza: la caída de Sadam Huseín por la invasión de Estados Unidos, por ejemplo.
La respuesta: Sadam Huseín o, por ejemplo, Muamar al Gadafi salieron porque las potencias extranjeras intervinieron militarmente. Eso en estos momentos no está planteado. Es fácil decirlo: “Una intervención militar”. Pero, cuando preguntan los detalles de quién lo hace, cómo lo hace, con permiso de quién, quién pone los muertos, quién pone las pérdidas materiales, todo cambia. Hay que ir a poner la cara al Congreso de Estados Unidos o de otros países a pedir la autorización de llevar esa nación a la guerra. Una vez que te metes a escarbar en los detalles y en circunstancias específicas, es diferente.
SEMANA: ¿Por qué esos escenarios, como el de Huseín, o incluso una captura como la que hizo Estados Unidos con Manuel Noriega en los noventa, se ven tan improbables hoy con Maduro?
«Lo de Panamá era una cosa muy pequeña. Venezuela es un país mucho más grande que Panamá. Venezuela lleva años comprando materiales bélicos y todo tipo de armas modernas a los rusos. O sea, no es tan sencillo como decir: “Ahí van los marines, abren la puerta y que no haya muchas bajas”. Venezuela es más complicada de invadir y tiene aliados importantes. O sea, no estoy sugiriendo que Rusia se va a meter en una guerra en Venezuela o China, pero sí tiene muchas maneras de influir sobre el tema, como en el caso de Ucrania».
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