(25 de octubre del 2020. El Venezolano).- Me cuesta mucho comprender porque, algunos entes vivientes, es difícil llamarlos personas, que nacieron en mi patria, quieran destruirla, odien tanto al resto de los venezolanos y cada segundo se lo dediquen a matar, robar y saquear los abundantes bienes naturales que Nuestro Creador nos dió. Es poco creíble que esa nueva especie que no tiene sentido de la soberanía, lealtad, humanidad, sean tan insensibles y hagan pactos con las peores lacras de la especie humana y se hayan igualado a ellos, sus socios son la peor escoria que se encuentra en todo el mundo, terroristas, narcotraficantes, mercaderes de personas y armas. Lo único que si queda claro es que su fin primordial es el poder que les da el dinero y así disfrazan sus gobiernos con maquillajes seudo Democráticos para adquirir voluntades y luego someter a esos quienes creyeron en ellos. La peor alienación que país alguno haya vivido sin duda está en pleno desarrollo en Venezuela.
La gran hambruna que está viviendo el pueblo Venezolano está rebasando todos los precedentes registrados en la historia de la humanidad. Lo he escrito y lo vuelvo a escribir cuántas veces sea necesario, esta carrera de destrucción una depravada política de estado implementada por estos demonios narcocriminales comunistas para tener sometida a la población y terminar de rapiñarse las riquezas del país, las nuevas generaciones deben combatir sin tregua a esta oleada de resentidos que lamentablemente han cundido a los países de Latinoamérica especialmente. Si no es con premeditación y alevosía cómo se explica la destrucción en añicos del aparato productivo del país, más de 15 mil industrias existían antes de llegar Hugo Chávez y hoy quedan menos de mil, la expropiaciones o confiscaciones de más de 5 millones de hectáreas totalmente productivas qué generaban, comida, riquezas, empleo, circulante y se mantenían salarios dignos qué se podían equiparar al sueldo en dólares con los países de la región, por referirme a dos áreas productivas de la economía. Empresas articuladas para procesos industriales, sedes regionales hemisféricas de empresas globales fueron espantadas con tanta inseguridad creada a propósito por estos degenerados dejaron desvalidos a los pequeños comerciantes, a los agricultores, a la maquinaria microproductiva de un país.
El pasado miércoles vimos a la directora del Observatorio Venezolano de la Salud, Marianella Herrera, quien analizó los resultados de la Encuesta de Hambre que evidencia un deterioro en la alimentación en los hogares venezolanos y afirmó que es la consecuencia de lo que viene ocurriendo en el pasado reciente (2015-2019) y que las «,autoridades» no habían tomado en cuenta las alertas. La dieta actual de los venezolanos se está restringiendo a arroz, panes y pastas, harina de maíz precocida y algún tipo de grasas, debido a la imposibilidad de adquirir carne a raíz de los bajos salarios y las pensiones de los jubilados es menos de un dólar mensual.
En dichas encuestas se comprobó que más del 70 % de los hogares venezolanos a duras penas comen 2 veces al día, un 20 % una vez y un 5 % anda hurgando en los basureros de los restaurantes en todas las calles del país.
Es un verdadero drama, aparte el caos de los servicios públicos, electricidad, agua, gas, gasolina, transporte, vialidad, inseguridad, los hospitales convertidos en centros de concentración para que se vayan a morir el pueblo. Lo increíble y lo insólito que todavía hayan personas que creen las reiteradas mentiras – estrategia cubana- sobre el auge económico y los cacareados 14 motores (que arrancaron fundidos) de la producción.
El trabajo hecho por cubanos, rusos e iraníes en las Fuerzas Armadas ha dado como resultado el insólito servilismo que vergonzosamente hoy se produce en nuestras filas castrenses; ver a los integrantes de las 4 fuerzas que conforman lo que fueron las Fuerzas Armadas Nacionales con semejantes indiferencia ante el sufrimiento de sus propias familias, resteados y con «rodilla en tierra» sosteniendo a un extranjero, narcocriminal, solicitado por la justicia internacional y con precio por su cabeza, allí es en donde decimos o exclamamos, ¡ esto es el mundo al revés!.
En mis reflexiones desde la cárcel del exilio concluyo o confirmo que los venezolanos no podemos enfrentar estos ataques solos, es imposible luchar contra esta organización criminal internacional sin unirnos con el resto de los países, todos están expuestos a ser penetrados por estas mafias extremadamente peligrosas y mientras los narcobandoleros sigan teniendo aliados en la «oposición» para concurrir a los simulacros de elecciones o prestarse para cualquier tramoya que les alargue la estadía en el poder, consiguiendo voceros para tratar de suavizar las sanciones y sigan creyendo en mesas de diálogo, tendremos a Maduro acabando con nuestro país y financiando la exportación del castrochavismo multiplicandose en todo el continente en un sufrimiento sin fin de nuestros paises.
No demos tregua jóvenes, demos la pelea, con la denuncia, con la difusión de la aberración que significa el comunismo en todos los escenarios posibles y a nuestro alcance. Yo no me detengo, sin pausa me entrego a impulsar la salida por la fuerza de estos malhechores y lo hago con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio «El Gato» Briceño Torrealba
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