(06 de septiembre del 2019. El Venezolano)- El primer ministro Hubert Minnis dijo que seguramente las cifras seguirán en aumento y señaló que sin la ayuda de los Estados Unidos no hubieran avanzado tan rápido en la distribución de ayuda.
Los muertos en Bahamas por el huracán Dorian ascendieron este 5 de septiembre a 30 en las islas de Gran Bahama y Ábaco, informó el primer ministro del archipiélago en el atlántico, Hubert Minnis, quien anunció vuelos gratis para abandonarlas en cuanto se puedan habilitar zonas seguras de aterrizaje.
En una entrevista con la cadena estadounidense CNN, Munnis reiteró que la cifra oficial “a buen seguro subirá”.
“Si no hubiera sido por la rápida llegada de ayuda de Estados Unidos, las cifras de fallecidos serían aún mayores y no habríamos avanzado tanto en lo que a la distribución de ayuda se refiere”, subrayó.
Además precisó que no sabe cuándo se iniciarán los vuelos para personas que no son mayores o no están enfermas, que son las primeras en ser rescatadas, pero confía en que sea en “cinco días” y serán trasladados gratuitamente a Nassau.
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Opinó también que el desastre vivido en ambas islas del archipiélago va a ser “devastador para toda una generación” que tardará “mucho en superar” lo vivido.
Previamente, el ministro de Salud, Duane Sands, había informado que la cifra era de 23.
Tras entregar el nuevo balance oficial de víctimas, el ministro Sands subrayó que “los números van a ser muchísimo mayores que 23. Significativamente mayores”.
Además, explicó que hasta ese momento el número aún era de 23 porque “solo unas pocas personas especializadas pueden declarar la muerte de los cuerpos encontrados y hasta que no son confirmadas no se pueden incluir en el recuento oficial”.
“Sé que puede parecer ridículo a muchos, pero si se hace de otra manera podría tener consecuencias legales y con los seguros”, precisó Sands, informó EFE.
Sands, quien no detalló dónde fueron hallados los tres cuerpos, explicó que se va a enviar a personal especializado a ambas islas para embalsamar “in situ” a los fallecidos, así como cámaras refrigeradas móviles para guardarlos que, reconoció, “están empezando a escasear”.