(26 de diciembre del 2020. El Venezolano).- Este es el tiempo que el enviado especial Saab ha estado en condiciones de prisión que el Departamento de Estado de los EE.UU. describe como «… amenaza para la vida». Este es el tiempo que el enviado especial Saab, un paciente con cáncer, ha pasado sin acceso a atención médica especializada que incluso los traficantes de drogas han recibido del régimen de Cabo Verde. Este es el tiempo que el régimen caboverdiano ha pasado bailando y saltando a la melodía de la extraterritorialidad mientras ignoraba sus compromisos vinculantes más básicos con sus vecinos más cercanos.
Con estos antecedentes, no es sorprendente entonces que el memorándum sobre el espíritu navideño, la compasión y la buena voluntad hacia todos los hombres no haya llegado a los miembros más importantes de las autoridades de Cabo Verde.
A pesar de haber concedido el permiso para que el avión que transportaba a un oncólogo líder claramente identificado aterrizara en la isla de Sal, las autoridades de la prisión y sus superiores han pasado entonces tres días observando una forma ritualizada de silencio y han denegado el permiso con el mismo propósito con el que vino al archipiélago. Después de tres días de espera, el médico no tuvo más remedio que regresar a casa para tratar con otros pacientes antes de Navidad.
Nadie puede discutir que Alex Saab necesita urgentemente atención médica especializada, nadie puede discutir que es un paciente de cáncer, nadie puede discutir que ha perdido 26 kg de peso corporal y nadie puede discutir el hecho de que Alex Saab ha sido atendido por médicos no cualificados que le han prescrito medicamentos para el insomnio.
El Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) ordenó el 2 de diciembre que el Enviado Especial Saab fuera inmediatamente puesto en arresto domiciliario y que se le diera acceso sin restricciones a la atención médica especializada que necesita urgentemente. Desde entonces, el pequeño archipiélago se ha atado a sí mismo en nudos tratando de justificar por qué no debe cumplir con la decisión vinculante de ese Tribunal. Incluso el propio Tribunal de Apelación de Barlavento de Cabo Verde ordenó el 15 de diciembre que el Enviado Especial Saab requiriera un examen médico especializado, pero sin éxito.
¿Qué es lo que lleva a Cabo Verde a tales profundidades de comportamiento inhumano y sin compasión? ¿Qué es exactamente lo que el régimen teme tanto de llegar al conocimiento del mundo? ¿Por qué el régimen destruye los años de crear una fachada cuidadosamente preparada de vida, libertad y búsqueda de la felicidad? ¿Cuánta buena voluntad está dispuesto a sacrificar este régimen sólo para complacer a un pretendiente que tiene un historial de avanzar rápidamente una vez que la persecución ha terminado?
Pedimos urgentemente al Primer Ministro José Ulisses de Pina Correia que demuestre su capacidad de estadista y se sobreponga a la lucha política, y que demuestre que tanto él como su país son capaces de mostrar compasión y consideración.
Con información de Nota de Prensa