(06 de agosto del 2019. El Venezolano).- El régimen de Corea del Norte realizó este martes un nuevo ensayo con misiles balísticos de corto alcance, el cuarto en menos de dos semanas, y amenazó a Seúl y a Washington con “pagar un alto precio” por las maniobras militares conjuntas que iniciaron el lunes.Los últimos ensayos armamentísticos se hicieron a primera hora desde la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur, el mismo lugar desde donde el régimen norcoreano efectúo sus otros tres lanzamientos en un plazo de trece días, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
A partir de los primeros datos recopilados, los ejércitos de Seúl y Washington creen que en las cuatro rondas Pionyang testó un nuevo tipo de misiles balísticos de corto alcance similar al que ya probó el pasado mayo, según dijo un portavoz del JCS.
Junto a esta nueva exhibición de poderío militar, el régimen que lidera Kim Jong-un volvió a protestar hoy por las maniobras castrenses que comenzaron este lunes Corea del Sur y Estados Unidos, y advirtió a los aliados sobre posibles represalias por dichos ejercicios, a través de un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores.
El régimen norcoreano alude así al compromiso supuestamente convenido por el presidente estadounidense, Donald Trump, durante la tercera cumbre con Kim improvisada a finales del pasado junio en la frontera intercoreana, y en la que ambos líderes también pactaron reactivar el diálogo para el desarme del Norte, informó EFE.
Desde entonces, ambos países han mantenido contactos para reiniciar las negociaciones que permanecían congeladas desde el fiasco de la cumbre de Hanói en febrero, aunque del repunte de la tensión en la península coreana a raíz de las maniobras castrenses de Seúl y Washington parece dejar otra vez el diálogo en el aire.
“Estados Unidos y Corea del Sur son muy habladores de puertas afuera sobre el diálogo. Pero cuando se sientan y se relajan, afilan sus espadas para hacernos daño”, señala la nota del Ministerio de Exteriores norcoreano, que también apunta que Pionyang se verá “abocado a buscar otra vía” en vistas a esta situación.
El presidente estadounidense, Donald Trump, restó importancia a las pruebas armamentísticas de la semana pasada, y afirmó que dichos tests no infringen los compromisos alcanzados en sus cumbres con el dictador norcoreano.
Algunos expertos consideran que el Norte estaría tratando de reforzar su posición antes de retomar las negociaciones con Estados Unidos, las cuales no cuentan con una fecha concreta.
Además de sus rondas de lanzamientos de proyectiles, definidos por los medios estatales norcoreanos como “un nuevo sistema lanzacohetes múltiple teledirigido de gran calibre” y supervisados por el propio Kim, el régimen mostró a finales del mes pasado un nuevo submarino con capacidad para disparar misiles balísticos.