(18 de octubre del 2024. El Venezolano).- El ministro para las Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, informó este jueves sobre la detención y judicialización de 10 ciudadanos extranjeros y 13 venezolanos que estarían involucrados en planes desestabilizadores para derrocar al presidente Nicolás Maduro y atentar contra varias estructuras estratégicas del país suramericano.
El también vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz manifestó que en total fueron incautadas 71 armas en distintos operativos hechos por los cuerpos de seguridad.
Cabello responsabiliza a la exdiputada opositora María Corina Machado, al expresidente colombiano Álvaro Uribe y a los prófugos de la justicia venezolana Iván Simonovis, Carlos Vecchio y Julio Borges de dirigir «una gran conspiración contra Venezuela». Asimismo, sostiene que los agentes operativos de estas acciones son la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), la estadounidense Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, adscrito al Ministerio de Defensa.
Inconsistencias de organismos extranjeros
Según detalló el titular de Relaciones Interiores, el CNI «introduce mercenarios y armas» para ser entregadas a bandas delincuenciales y así «atacar a líderes de la revolución». Por su parte, Madrid ha negado su presunta vinculación con planes conspirativos contra Venezuela, tras la captura de dos ciudadanos españoles, que estarían involucrados en un plan magnicida contra Maduro.
En la rueda de prensa, Cabello leyó una comunicación enviada por Interpol a su central en Caracas donde se mencionaba que habían tenido conocimiento de un reciente envío «sospechoso de armas de contrabando» a Venezuela , que «fueron adquiridas ilegalmente en EE.UU.». En su opinión, esta misiva fue remitida a las autoridades venezolanas antes de que el ministro de Relaciones Interiores diera la información sobre las nuevas incautaciones como «un paso por adelantado» debido a que responsabiliza a ese organismo de estar detrás de la expedición del cargamento en alianza con Simonovis.
A mediados de septiembre, Venezuela notificó la confiscación de 400 fusiles y pistolas provenientes de EE.UU. y la detención de tres ciudadanos de ese país y dos españoles, por estar presuntamente relacionados con acciones terroristas.
¿Quiénes son los capturados?
Entre los nombres mencionados por Cabello se encuentran Renzo Yazir Huamanchumo Castillo, peruano con nacionalidad estadounidense, quien fue capturado ingresando a Venezuela y el puertorriqueño Jonathan Pagan González, detenido en el estado Zulia, quien tendría supuestos vínculos con planes desestabilizadores.
El ecuatoriano David Estrella, con pasaporte estadounidense, también fue privado de su libertad, al igual que los colombianos Manuel Alejandro Tique Chaves, quien sería un presunto «reclutador de paramilitares» y Arley Danilo Espitia Lara.
Asimismo, fueron apresados el boliviano José Marcelo Vargas, con nacionalidad estadounidense, mientras tomaba fotos a las refinerías Carabobo y Falcón y el libanés Said Awada.
De EE.UU. aprehendieron a tres ciudadanos: Aaron Barret Logan y Gregory David Werber, quienes fungiría como especialistas en ‘hackeo’ y David Gutemberg Guillaume, contratado presuntamente para ser paramédico «en caso de presentarse heridos en actividades terroristas».
Cabello manifestó que todos los capturados «están bien y presentados a las instancias correspondientes«.
Por otra parte, los venezolanos privados de libertad son: Leonardo Attilio Micalitti Hernández, Argenis José Mavares Alcalá, el capital de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Argenis Rincón Martínez, la funcionaria del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), Ana Isabel Moreno Ruiz, Carlos Infante Pérez, Newomar Páez, José Rafael Odremán, Riky Rafael Zapata, Jonathan Arraiz Escobar, Pedro Gutiérrez, Wakenay Díaz Rodríguez, Joel Manuel González y Randy Alexander González. Ellos son señalados de proporcionar armamento a bandas delictivas para que cometieran ataques.
