(27 de octubre del 2021. El Venezolano).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha recordado este miércoles, tres años después de la masacre en la sinagoga Árbol de la Vida de Pittsburgh, el «acto de antisemitismo más mortífero de la historia de EEUU», en el que murieron once personas.
Robert Bowers, de 46 años, gritó «todos los judíos deben morir» mientras disparaba contra las congregaciones reunidas para un servicio sabático en la sinagoga del Árbol de la Vida el 27 de octubre de 2018. Bowers, quien vivía en un suburbio de Pittsburgh, publicó comentarios antisemitas en sus redes sociales, incluida una publicación la misma mañana del tiroteo en la que denunció el trabajo de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante, una organización benéfica judía de Estados Unidos.
«Fue un ataque a los miembros de las congregaciones del Árbol de la Vida, Nueva Luz y Dor Hadash, a la comunidad judía estadounidense y a nuestro país. Y fue un recordatorio de que el odio nunca desaparece, sólo se esconde; y si le damos oxígeno al odio, puede consumirse», ha considerado el presidente en un comunicado emitido este miércoles.
En el escrito, sin embargo, ha resaltado «el carácter inquebrantable de la comunidad: los primeros que intervinieron se apresuraron a ayudar. Los adolescentes que organizaron una vigilia de Havdalah para un barrio que lo necesitaba. El profesor de arte que pintó corazones y estrellas de David en los escaparates de una cafetería local. El diseñador que creó una imagen icónica que definió una ciudad e inspiró a una nación con simples palabras: más fuerte que el odio».
Ese día «y los que le siguieron» mostraron la necesidad de «levantarse y hablar en contra del antisemitismo «con claridad y convicción», y que «el silencio es complicidad», algo que se ha convertido en labor principal de la Administración, por lo que se ha establecido «la primera estrategia integral para hacer frente al terrorismo doméstico».
Además, se han firmado leyes para reforzar y contrarrestar «los actos ilícitos de odio», se han adoptado medidas para «proteger lugares de culto» y se han impulsado «medidas ejecutivas y legislativas para reducir todas las formas de violencia con armas de fuego».
Este Shabat, en las sinagogas de todo el país, «los fieles cantarán las eternas palabras del Libro de los Proverbios: ‘Es un árbol de vida para los que se aferran a él'», con el objetivo de «recordar las vidas perdidas» y asumir el compromiso de «proteger un futuro digno de sus recuerdos».