(15 de septiembre del 2022. El Venezolano).- El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió este jueves a su país que se una para hacer frente al supremacismo blanco y, en un mensaje dirigido a ciertos sectores del Partido Republicano, avisó que quienes guardan silencio ante ese tipo de violencia se convierten en «cómplices».
«El mal no ganará. No ganará y los supremacistas blancos no tendrán la última palabra«, prometió el mandatario, rodeado de activistas, líderes religiosos y víctimas de las armas.
Biden dio un emocionante discurso en una cumbre organizada por la Casa Blanca para buscar soluciones a la violencia que desgarra al país y que sirvió para identificar el supremacismo blanco como una de las mayores amenazas para la democracia, cuando quedan apenas dos meses para las elecciones legislativas.
«Tenemos que decirlo, de manera clara y con fuerza. No hay sitio en Estados Unidos para el supremacismo blanco ni para cualquier forma de odio alimentada por la violencia. No llamarlo por su nombre es ser cómplice», afirmó Biden, visiblemente enfadado pero con tono solemne.
DECIDIR ENTRE LA ESPERANZA Y EL ODIO
El presidente consideró que Estados Unidos está en un «punto de inflexión» en el que los estadounidenses tendrán que decidir «la forma» de la nación que quieren para el futuro.
«Debemos elegir ser una nación de la esperanza, de la unidad y el optimismo, no una nación de miedo, divisiones y odio», subrayó.
Biden recordó que una de las razones por la que decidió optar a la Presidencia fue el horror que le provocó la marcha de supremacistas blancos que tuvo lugar en 2017 en Charlottesville (Virginia), en la que los neonazis portaban antorchas y entonaban himnos racistas.
«Lo vi y pensé: Dios mío, esto es Estados Unidos. ¿Cómo ha podido pasar esto ahora?«, rememoró.
Biden aprovechó para criticar la respuesta a ese suceso de Trump, quien responsabilizó de la violencia tanto a los grupos neonazis como a los manifestantes de izquierda que se manifestaban en su contra y, además, llegó a considerar que había gente «muy buena» entre los supremacistas.
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