(27 de julo del 2020. El Venezolano).- Primera escena: policías dispersan a la fuerza una protesta pacífica ante la casa de gobierno para que el presidente pose frente a las cámaras en una iglesia, alzando la Biblia.
Segunda escena: el presidente conmuta la sentencia de un viejo amigo y exasesor suyo que debía cumplir 40 meses de prisión por obstruir una investigación del Congreso y otros delitos.
Tercera escena: el presidente, que busca un nuevo mandato y está rezagado en las encuestas, evita responder en público si aceptará el resultado de las elecciones que su país celebra en noviembre.
El protagonista de los tres actos es Donald Trump y la secuencia ocurrió en las últimas semanas en Estados Unidos, aunque para algunos evoca más bien lo que ocurre en países poco democráticos.
Trump es definido por sus críticos como un líder populista con impulsos autoritarios, incluso desde antes que llegara a la Casa Blanca. Pero, ¿es comparable a líderes latinoamericanos que recibieron esa misma calificación?
Javier Corrales, un profesor de ciencia política en el Amherst College de EE.UU. experto en temas de poder presidencial en América Latina, señala varias semejanzas durante una entrevista con BBC Mundo.
Pero también advierte sobre ciertas diferencias.
Lo que sigue es un resumen del diálogo telefónico con Corrales, autor del libro Fixing Democracy («Arreglos a la Democracia») sobre los cambios constitucionales que Latinoamérica experimentó en los últimos tiempos.
¿A qué tipo de presidentes de América Latina se acerca el estilo de gobierno de Trump?
El estilo de Trump me recuerda a los caudillos semiautoritarios de América Latina. Es ese tipo de presidentes que no entienden la democracia liberal, que existen reglas que le impiden al Poder Ejecutivo hacer lo que quiera y normas que exigen que el Poder Ejecutivo trate a la oposición como grupos que son derecho-habientes y no enemigos del Estado.
Trump constantemente se está pasando de la raya. Y en ese aspecto es un tipo de gobierno iliberal.
Lo que varía es la ideología de cualquier populismo: los hay de derecha, izquierda, más socialdemocráticos o dados a temas de seguridad.
Lo que tienen en común estos gobiernos iliberales es esta idea de que el presidente, el Poder Ejecutivo, tiene una conexión con «el pueblo de verdad». Por lo tanto, piensan que poner límites al presidente es como una especie de atentado democrático.
Ese aspecto es lo que Trump conserva de populista.
Por ejemplo, utiliza el sistema de justicia para hacerles favores a sus amigos. Presiona para ser más laxo con aquellas personas que están dispuestas a hacerle favores al presidente y severo con aquellos grupos que no comulgan con el proyecto de Trump.
¿Puede dar algunos ejemplos de esto?
Acabamos de ver la exoneración de Roger Stone (el viejo amigo de Trump que había sido sentenciado a 40 meses de prisión por distintos delitos). Usa su facultad como presidente para dar esta exoneración.
Antes habíamos visto situaciones en las que él mismo interviene en casos que el Departamento de Justicia está investigando, para presionar.
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