(29 de noviembre de 2019. El Venezolano).- Desde 2018 cuando se llevó a cabo en Cuba la 24ª reunión del Foro de Sao Paulo a fin de fortalecer y crear estrategias novedosas de luchas ante la imposición de un esquema capitalista renovado con enfoque hacia la opresión de los sectores más sensibles de todos los continentes, así como el asedio constante políticoeconómico estadounidense hacia Latinoamérica y el Caribe con medidas y/o sanciones ilegales desde la Casa Blanca a causa de un supuesto servilismo de pueblos ahora indignos (¿?), cuya defensa asumiría esa plenaria, sin definir cómo y/o bajo cuáles condiciones, que se afianzaron durante la 25ª reunión de dicho grupo mediante una reunión en Caracas hacia fines de julio pasado, cuando se concretó la estrategia luciferina a tramar por una desestabilización democrática en la región.
Quizá no por razones económicas sino políticoideológicas tal y como el caso Chile por donde iniciaron sus planes nefandos; luego, sobre Ecuador, Bolivia y, últimamente, por Colombia mediante llamamiento a paro nacional, que degeneró en agitación del orden público.
Además, Venezuela tampoco escapa a sus tentáculos castrocomunistas mediante la facción ultrosa de un contubernio ELN/FARC/HIZBULÁ/FANB, afín a algunos empresarios y políticos latinoamericanos que opera en las áreas mineras de la Gran Sabana; noreste de Amazonas y respaldarían al régimen ante una eventual intervención TIAR ya que también están ocultos por Aragua, Distrito Capital y por todo el oriente venezolano, desde donde con la venia de NM transgreden, mundialmente, cuyos efectos observamos mediante turbación de nuestra economía lúgubre, circunstancial, deprimida y desfasada a causa del narcotráfico y entrega, disparatada e inconsideradamente, de nuestro patrimonio natural.
Por Isías A. Márquez