(13 de julio del 2019. El Venezolano).- Las expectativas que se habían generado en torno al Informe sobre Venezuela de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACDHNU) Michelle Bachelet, han sido superadas y de que forma!.
El pasado izquierdista de la Alta Comisionado hacía tejer serias dudas acerca de la imparcialidad de la observación, motivando declaraciones que hacían anticipar un frustrante resultado.
Pero es obvio que prevaleció la conducta institucional de un órgano que tiene una de las funciones más determinantes en nuestro mundo civilizado: La transparencia ante hechos que son violaciones de derechos humanos en estricto sentido, mas allá de que puedan estar fundados en ideologías de derechas o izquierdas.
Lo cierto es que la Sra. Michelle Bachelet cumplió cabalmente el cometido que le había sido encargado en la Resolución 39/1 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Informe, cuyo resumen consta de 18 páginas, contiene la descarnada realidad de una sociedad que está expuesta a los peores crímenes de lesa humanidad que puedan estarse cometiendo hoy por régimen alguno en el contexto internacional. De hecho, prácticamente denuncia la comisión de todos los tipos penales recogidos en el artículo 7 del Estatuto de Roma como crímenes de lesa humanidad.
Además, recoge de forma rotunda la imposibilidad de que en Venezuela dichos delitos sean investigados y juzgados imparcialmente, lo que abre las puertas a la actuación complementaria de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI).
Y por si fuera poco, la amplitud de los asuntos sobre los cuales se pronuncia, permite conocer el estado de los derechos humanos en Venezuela, los económicos, sociales, políticos, civiles, el acceso a la justicia, la represión de grupos en situación de riesgo y las migraciones.
Es decir, la Sra. Bachelet le hizo el trabajo a la Sra. Bensouda, pues la Fiscalía de la CPI sólo toma decisiones una vez que se ha evaluado, en su conjunto, la situación del país donde se investigan violaciones a los derechos humanos, para ponderar en el marco de sus investigaciones, sí tales delitos han ocurrido, la gravedad de los mismos, sí el Estado en cuestión no está en condiciones de juzgarlos, y sí es de interés de la justicia intervenir para establecer la responsabilidad de los principales responsables de estos hechos y proceder a su juzgamiento.
El Príncipe Jordano, Zeid Radd El Hussein, en ejercicio de sus funciones como ACNUDH, había emitido previamente dos informes por los crímenes ocurridos durante el año 2017 en Venezuela. Esos informes dieron lugar a la apertura por parte de la Fiscalía CPI, del Examen Preliminar, que hoy lentamente se procesa en La Haya.
También, la denuncia de seis Estados Parte, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, que contó con el respaldo de Francia y Alemania, ha dado lugar a la designación de una Sala de Cuestiones Preliminares integrada por tres magistrados de la CPI, que espera por la decisión de la Fiscal Bensouda para iniciar la investigación.
La Fiscal Bensouda ya no tiene excusa, es imposible continuar manteniendo un régimen que día tras día continúa cometiendo estos graves crímenes, de hecho, no había despegado el vuelo de regreso de la Sra. Bachelet, cuando el Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo era presentado ante un tribunal, en una silla de ruedas y moribundo, después de haber sido molido a palos por los torturadores del régimen.
También, en los días siguientes, el estudiante de 16 años Rufo Antonio Chacón Parada, quien protestaba por la falta de gas doméstico en una población de Táriba, del estado Táchira, una de las regiones mas duramente castigadas por el régimen, sufría un disparo de perdigones en la cara, que le hizo perder la vista de los dos ojos, en el marco del cotidiano uso excesivo de la fuerza para reprimir manifestaciones legítimas.
Sólo cuando la Fiscal Bensouda solicite a la Sala de Cuestiones Preliminares el inicio de la investigación, podremos poner en marcha los mecanismos procesales que permitan solicitar la detención de los máximos responsables de estos crímenes, entre ellos Nicolás Maduro por supuestos y muchos otros miembros de su tren ejecutivo, civil y militar, que conforman una organización criminal que actúa en diferentes espacios de criminalidad.
De tal manera que cada minuto que pase sin que se active la jurisdicción a la que corresponde conocer, investigar y castigar estos hechos, pesará sobre la conciencia de Fatou Bensouda, comprometiendo seriamente su responsabilidad.
Hoy, La Haya está de moda, no estamos solos, nos respaldan 8 estados, el Secretario General de la OEA Sr. Luis Almagro, la Alta Comisionada Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y muchos colegas y amigos que se han sumado a la iniciativa de activar esta jurisdicción alternativa para las víctimas venezolanas, que pusimos en marcha el año 2002.
Algunos, los menos, creen que todo comenzó cuando ellos aparecieron en escena, y critican, con desconsideración lo hecho anteriormente, en un afán de notoriedad impropio, pues lo realmente importante es que se haga justicia a todas las víctimas de estos abominables crímenes.
En la próxima Asamblea General de la ONU, Venezuela estará en el tapete, pues el Informe de la Sra. Michelle Bachelet no podrá ser ignorado. Lo que nos falta saber es cuál va a ser la respuesta de la Fiscal Bensouda ante su lapidaria contundencia.
Publicado por Periodista Digital Américas