(21 de agosto del 2020. El Venezolano).- La música es el corazón de la vida.
Por ella habla el amor,
sin ella no hay bien posible”
Franz Liszt
(Hungría 1811 / 1886)
Argenis Carruyo es uno de esos venezolanos que cumple un día y celebra en otro, o lo celebra en dos fechas consecutivas: El 21 y 22 de agosto. Total, su vida ha sido una fiesta intensa y extendida en el tiempo. Quizá el jefe civil o el escriba de turno, ese mes de agosto del 1953 se equivocó al asentar en el acta la presentación, y por eso Argenis comienza a recibir felicitaciones el 21 de agosto y termina el 22 con la misma vehemencia, como si fuese un solo día de 48 horas.
Para los astrólogos accidentales, nuestro apreciado cantor está signado por el león, es un leo auténtico, con sus características de líder. Para los chinos su signo es la serpiente, que representa la sabiduría suprema.
Nació en el centro neurálgico de la capital gaitera, Maracaibo, cerca del Hospital Chiquinquirá. Por esas calles vendía de niño los bocados exquisitos que preparaba su amada madre Ana Narcisa “La Negra”. En ese bullicio, en esa selva de talentos comerciales y de humoristas naturales deambulaba, se hacía hombre en pleno corazón urbano. Así creció Argenis Carruyo.
Su primer contacto con la música lo realizó gracias a la familia Blanco, sus vecinos, los seis hijos de la señora Mina que conformaron la agrupación “Los Blanco”. Argenis se convirtió en su joven atrilero. Ayudado por su estatura espigada y su vigor juvenil se dedicó a instalar y luego recoger instrumentos musicales del sexteto en cada actuación. Luego, vinieron las incursiones como solista con Los Casinos, con el Grupo Guaco, El Súper Combo Los Tropicales en 1973, y con la Dimensión Latina en 1977, cuando salió de esa orquesta Oscar D´León para formar su Salsa Mayor. Allí selló una amistad profunda con Andy Montañez, el “sonero de Trastalleres” en Santurce, Puerto Rico. Después estuvo con Los Melódicos, Rincón Morales y con el grupo Canela de Héctor Valbuena “El Pelón”, músico que venía de ser pianista y director musical de la orquesta Billo´s Caracas Boys.
Argenis siempre mantuvo su relación cálida y cercana con la gaita, en paralelo con su compromiso principal con las orquestas, él grababa su tema gaitero cada año, como “El Superior” con Gaiteros de Pillopo (1982), “Paladín” de Astolfo Romero (1983), o “Quién como yo” con Los Morillo, agrupación gaitera caraqueña. Destacaba por sus participaciones con la vanguardia gaitera que representaba Guaco, con temas como “Eterno amigo” de Simón García dedicado a su ídolo de la adolescencia Ricardo Aguirre. Colocó en las carteleras musicales temas como: “Bubú Guaco”, “Una tumba y un bongó” o “Paroxismo”, gaita romántica de 1979, otra composición de su amigo Simón García, con quien ganó en 1975 el “Festival de Compositores Zulianos” en una reñida final con Jesús Terán Chavín. Para entonces, nuestro cantor del Caribe sólo tenía 22 años de edad.
En reiteradas ocasiones, Argenis ha dicho que todo lo que tiene y todo lo que él es se lo debe a la gaita, un amor que ha cultivado siempre, que ha profesado en sus años de tránsito vital. Aun cuando es uno de los pocos vocalistas que puede interpretar con solvencia todas las formas musicales caribeñas: bolero, salsa, guaracha, porro. Y por igual las formas musicales venezolanas: vals, danza, danzón; siempre ha tenido una marcada predilección por la gaita zuliana, desde los tiempos en la escuela primaria donde imitaba el sonido de la tambora con su pupitre, lo que encendía la ira de sus maestras.
Luego de ser empleado de tantas orquestas, Argenis conformó la suya, le precedió la banda de “Los Hermanos Carruyo”, en sociedad con su hermano Ender. Con ellos realicé una gira por todos los pueblos del Zulia, patrocinada por una empresa tabacalera. Tuve el honor de de animar esos conciertos itinerantes junto a mi amigo chistólogo Javier Bertel, finalizando el decenio de los 80.
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Después de compartir tantas veladas con él en diversos escenarios, en su casa que tiene una perenne disposición para recibir gente, de realizar con él programas en radio y televisión, una vez más compruebo que Argenis lo que más valora es su familia. Él tiene un amor filial inconmensurable por sus hijos Mélany, Ricardo y Víctor, “sus tres discos de oro” como los nombra en sus grabaciones. Un afecto expresado a prueba de horarios apretados, agendas complicadas y distancias con su madre Ana “La Negra” y su esposa Glenda. Luego de ese primer camión de afectos, viene el amor a la música, al canto y a sus amigos.
Cuando se habla de Guaco, grupo que arribó a 50 años de trayectoria, siendo actualmente la banda más importante de la música urbana venezolana, él está en su cimiento como protagonista, como un forjador de su éxito, como histórico conguero y solista estelar.
Al recorrer las calles de Maracaibo, la capital que albergó a Tino Rodríguez, a Sante Pízzare, la cuna de Armando Molero y Felipe Pirela, nos damos cuenta de que uno de los símbolos musicales más elevados de esta urbe marabina es Argenis Carruyo. Celebremos su vida y sus éxitos musicales, con una fiesta que comience el 21 de agosto (día que lo alumbró Ana Narcisa) y termine el 22 para respetar lo que reza su cédula. Con todas las guarachas que nuestro cantor del Caribe ha sembrado en nuestro imaginario popular, comencemos la velada para que bailen hasta los atrileros.
León Magno Montiel
Twitter: @leonmagnom