(01 de noviembre del 2022. El Venezolano).- Una tarde de septiembre de 2014, me encuentro en el restaurant “El Caserío” de Sabana Grande, a mi amiga Sol Musset de Primera, quien se encontraba cenando en compañía de amigos comunes, tenía tiempo que no la veía, como es normal hablamos de la familia y por supuesto de su esposo Ali Primera, le hable de nuestro encuentro esa tarde, en el apartamento del doctor Calzadilla, me dijo “hay cosas premonitorias en la vida, momentos en que presientes sucesos y sientes negatividad, Mario. Ali, ese fatídico viernes 15 de febrero de 1985, amaneció inquieto, se sentía contrariado por unas palabras con un amigo; pero hizo lo que le gustaba, llevar y buscar a los muchachos a la escuela; andaba algo extraño, Juan Simón tenía tres meses y le preparó una sopita, le dije porque la hiciste si yo podía prepararla, y contestó: “tranquila mi amor, el día que crezca le dirás que yo le di la primera sopita de su vida. Luego le empareje la barba y el bigote me gustaba que se le vieran los labios; se cortó un bucle de su cabello y me lo entregó, me dijo guárdalo por si algún día ya no estoy contigo”; me comentó Sol que “Ali se puso a llorar”, y le dijo “Ali, que te pasa viejo, estas muy negativo hoy”. Lo acompañaron hasta el ascensor, Sol, Sandino, Servando y Florentino, uno llevaba el cuatro, otro la agenda y el maletín. Ali, llamó el ascensor se montó y volvió a abrir la puerta, y le dijo a Sol, “de verdad no quiero ir, pero voy a cumplir el compromiso, no quiero embarcar los músicos…. Bueno qué vamos a hacerle, los quiero mucho ahí va un beso para cada uno”. Me comenta que ellos vivían “en el piso 12, del Edificio Savoy en El Valle, nos asomamos y desde abajo hacía gestos de saludos”. Ali gritó “MIS HIJOS LOS QUIERO MUCHO…TE ADORO MI AMOR¨. “Esa fue la última vez que lo vimos en vida, Mario”, me comenta “para nosotros Ali Vive, y nos ha acompañado en todos los momentos y nos ha ayudado a salir de las situaciones y de las penurias que tuve que pasar para levantar a mis hijos”.
Por Mario Valdez
El 31 de octubre pasado, Ali Primera hubiera cumplido 81 años de edad. Su esposa Sol Musset de Primera y su hijo Juan Simón Primera, son Diputados a la Asamblea Nacional; sus hijo Servando y Florentino son famosos cantantes internacionales. Hace 37 años Ali Primera se fue físicamente, pero hoy con el correr de los años su canto sigue presente, y donde quiera que se encuentre está feliz de la Familia que formó con Sol, y orgulloso de cómo esta mujer salió adelante con sus hijos.
Ali Primera tuvo un accidente y está muerto en la autopista
El fatídico 15 de febrero de 1985, día que en horas de la noche perdió la vida Ali Primera en el accidente automovilístico en la avenida Valle – Coche. Esa tarde lo vi y conversamos de manera amena como siempre lo hacíamos, yo me encontraba en el apartamento del doctor Agustín Calzadilla (compartimos Bufete) y su esposa Grisell Marroquin. Ali le llevó un documento para que Agustín se lo revisará, compartiría con nosotros unos 15 minutos, se tomó un roncito con miel de abeja, se despidió porque se iba a un ensayo, jovial como siempre “nos vemos Maturín”, como siempre me decía, no pensé que la despedida era para siempre. Avanzada la noche suena el teléfono, dicen “Ali Primera tuvo un accidente y está muerto en la autopista cerca de su casa”.
Oscar Velázquez fue el fiscal de tránsito, a quien la madrugada del sábado 16 de febrero de 1985, le correspondió “levantar” el accidente donde falleció Ali Primera. Velazquez conducía una grúa por la autopista Valle – Coche, cuando a la altura del puente Los Ilustres observa un automóvil que se sale de la vía salta al otro canal e impacta con la camioneta Wagoneer que manejaba el cantautor. El fiscal de tránsito Velazquez, ha dicho que él entre los periodistas presentes consiguió el número de teléfono y fue quien le dio la noticia a Sol de Primera.
Ali el Paraguanero, es “El Cantor del Pueblo”
El 31 de octubre de 1941, en la maternidad Oscar María Chapman en la ciudad de Coro Estado Falcón, de manos de la comadrona Mama Pancha, vino al mundo un varoncito que fue bautizado con el nombre de Ely Rafael Primera Rosell, años después universalizado como Ali Primera, sus padres fueron los agricultores Antonio Isidoro Primera y Carmen Adela Rosell, tenían su residencia en la Calle La Paz, número 33. Ali tenía tres años de edad cuando murió su padre, nunca pudo disfrutarlo; don Antonio, era un funcionario de la policía en la cárcel de Coro, pierde la vida en un tiroteo cuando se estaban jugando unos prisioneros de la cárcel. Doña Carmen quedó viuda y tuvo que cargar con sus siete hijos a cuesta. Ali era el sexto de sus hermanos, y con tres años de edad supo lo que es la vida sin un padre que lo guíe, y responda por el bienestar de su familia, quedaron huérfanos. Sus vidas se les convirtió en un peregrinar, vivieron en diferentes pueblos de la Peninsula de Paraguana, de San José, se van para Caja de Agua; de niño se vio obligado a aprender distintos oficios para ayudar a su madre a levantar sus otros hermanos, vendió agua, leña, se terciaba una cesta de pan, fue limpiabotas, años después se reía y comentaba que dejaba los zapatos lustrosos, el cajón de zapatero tenía un letrero que decía: “Hoy no fío, mañana sí”. Como pudo terminó la primaria en una Escuela de Adultos. Doña Carmen con sus muchachos sigue mudándose a mejores barrios y pueblos buscando mejoras para la familia, se van al barrio Las Piedras, luego al barrio La Vela, que queda más cerca de Punto Fijo. En La Vela de la costa paraguanera es donde pasan más tiempo, ahí está ubicada la refinería. La situación les ha mejorado, pero con mucho esfuerzo y trabajo, su madre lavaba ropa de la calle a los vecinos; hace las empanadas en la madrugada y Ali se iba con su cesta de empanadas y pan dulce a venderlas. Fue boxeador, la vida no le fue fácil, se levantaron con mucho esfuerzo como lo ha hecho la gente humilde que se siente orgullosa, de cómo ellos y sus viejos han logrado sobrevivir e incluso triunfar en la vida.
Tuvo una gran admiración por su tío Simón, que lo enseñó a tocar cuatro y guitarra, siempre mantuvo presente el espíritu de superación y salir adelante. En 1957 en plena dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, es detenido Ali Primera repartiendo propaganda subversiva, era un menor de edad tenía 16 años, la Seguridad Nacional lo reprendió pero recuperó la libertad.
En Caracas, protestario y subversivo
En 1960 esta naciente la democracia en el Gobierno de Rómulo Betancourt, Ali Primera tiene 19 años y se viene a Caracas en una cola que le dio Chuto Navarro en un camioncito. Caracas todavía era la ciudad de los techos rojos, la gente andaba abrigada por el frío que bajaba de El Ávila. El jovén paraguanero llega a la gran ciudad cargado de sueños y de esperanza, en búsqueda de un mundo mejor por el que siempre luchó. Los primeros días llega donde su hermana María Antonia, quien vivía entre las esquinas de Truco a Balconcito en El Silencio; estudia de noche en el Liceo Caracas, ahí se gradúa de Bachiller, ya era militante de izquierda. Siempre nombraba a su Profesor Figueredo.
En 1964 se inscribe en la Escuela de Química de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aquí se le abre el mundo a Ali. Ahora, era estudiante universitario y comienza a participar en todas las actividades políticas y sociales, abraza las ideas izquierdistas.
Su compromiso y su talento terminan convirtiéndolo en uno de los más importantes de la música social latinoamericana. Ali vivía en las Residencias Universitarias de la UCV. La universidad es allanada en 1966, por el Gobierno de Raúl Leoni, de las residencias estudiantiles son detenidos 166 estudiantes hombres y mujeres, entre los presos se llevan a Ali Primera, va a dar con sus huesos a los sótanos de la Digepol en Los Chaguaramos y pasa tres meses presos; allí compuso y escribió la canción Humanidad. Ali ya se había convertido en protestatario y subversivo.
Ali Primera, el primer venezolano en cantar solo en el Aula Magna de la UCV
La Digepol lo tenía fichado, una mañana se encuentra con su Mamá Carmen, en la Plaza España de Catia en Caracas, y su señora madre le suplica que tenía irse, que volviera a Paraguaná, Ali ya estaba comprometido en sus luchas, entendió que debía seguir y le dice: ¨Mamá yo no me voy, no tengo alternativa o me matan o me meten Preso ̈. La vieja con el dolor de madre llorando le contestó: ̈Hijo yo nunca le he quitado a Ustedes sus vainas, tu sabes lo que yo sufrí por Asisclo y por Monche, lo que te encargo es que no olvides esta vieja ̈. Ali dijo que esas fueron las palabras que más duro le habían pegado, abrazado, llorando con su vieja agarró la guitarra y le salió de la garganta a borbotones ̈Madre déjame luchar.
En 1967, en la Universidad de Los Andes (ULA), se realiza el Primer Festival de la Canción de Protesta. Ali, participa y interpreta ¨No basta rezar, ese día se catapultó, sintió el impacto del cambio, los estudiantes lo hicieron suyo y siempre los acompañó; interviene con su canto en las elecciones estudiantiles de la UCV, acompaña a Alexis Adams a ganar la FCU.
En 1969, el Aula Magna de la UCV, se llenó de estudiantes para escuchar las canciones interpretadas por el joven cantautor paraguanero que había dejado atrás las noches serenateras y se había convertido en un ídolo de la juventud estudiantil y rebelde del País; con ese auditorio lleno recibió un apoyo cálido, entendió que tenía un compromiso, un reto con la patria, y con ese pueblo olvidado. Fue el primer venezolano en cantar solo en el Aula Magna, desde ese momento la UCV se le convirtió en el nido más hermoso para su canción. ‘
En 1973, conocí a Ali Primera y a José Vicente Rangel
En septiembre de 1973, Ali Primera regresa al País para la campaña electoral presidencial de José Vicente Rangel. Vivió desde 1969 en Rumania. Recorrió Europa con su canto, participó en festivales, congresos estudiantiles y recitales, en la Unión Soviética, en la República Democrática Alemana, Italia, Checoslovaquia, Suecia, Hungría y otros países.
Un día de finales de noviembre de 1973, en horas de la noche en el hoy desaparecido Estadio 23 de enero de Maturín, se realizó el mitin de cierre de la campaña presidencial de José Vicente Rangel (JVR). El periodista Cristobal Pierluisi, hace unos años me dijo: “Mario, la primera entrevista que dio el cantautor Ali Primera cuando regresó de Rumania, se la hice yo para el Diario El Sol de Maturín, en la casa de tus Padres, en un almuerzo preparado por tu señora Madre Rafaela, se encontraban el candidato JVR, Pompeyo Márquez, Germán Lairet, Miguel Gómez, Chichi Avila, el Chingo Gómez, Felipe Urbina, Ramiro González, David De Lima y tu”.
En esa época quien esto escribe, y David De Lima, éramos dirigentes estudiantiles de educación media y estudiabamos en el Liceo Miguel José Sanz de Maturín. A pesar de que mi señor Padre Emiliano era adeco, las puertas de la casa siempre estaban abiertas para los amigos de sus hijos, nunca hubo reproches, él les hizo a todos la mejor de las atenciones. Ese día conocí a Ali y al doctor Rangel, nació una amistad que perduró en el tiempo.
Las composiciones musicales de Ali están impregnadas de pueblo, de sentimiento, reflejan el sufrimiento del pueblo, la desigualdad social, la pobreza. Ali Primera sin proponérselo se convirtió en ¨ El Cantor del Pueblo¨. Hoy, sigue siendo el Juglar Latinoamericano
@mariovaldez1