(03 de octubre del 2024. El Venezolano).- Cuan isla caribeña análoga a Cuba en su política, por causa de un régimen ácrata y personalista, Venezuela se queda gradualmente, íngrima en medio de una vorágine globalizadora gracias a una serie de exabruptos diplomáticos recurrentes en los que incurren algunos de sus representantes o voceros doctorados sin saber emplear un vocabulario adecuado al medio político diplomático, solo por pretender demostrar una fuerza o temperamento dizque de varón “macho y vernáculo”, cuando con tal presunción solo están rayando en actitudes rimbombantes proclives a la peninsularidad del país, ya consumada y reafirmada por la farsa de reelección presidencial que avalara íritamente, el tándem TSJ/CNE, proclamación que ha sido refutada por la ONU, OEA, Congreso español y parlamento de la Comunidad Europea.
Por Isaías Márquez
Para complemento, los voceros del oficialismo con sus exabruptos característicos han respondido soezmente, ante tal censura del “presidente reelecto”, al colmo de optarse por el quiebre de relaciones diplomáticas y hasta comerciales con países de relación por excelencia; extensivo a la conectividad aérea con naciones que compartimos comunidades binacionales; incluso, naturales de naciones allende de los mares. Algunas de ellas adonde muchísimos venezolanos han huido en busca de mejores oportunidades, tales como algunos países latinoamericanos y europeos, salvo con los de Medio Oriente, cuyos regímenes también arbitrarios, aunque sin emitir comentarios, le asienten.
Ahora, ante el pronunciamiento de poco más de una treintena de Estados junto con la UE, sobre la crisis política que nos agobia en virtud de la triquiñuela urdida a raíz de los comicios presidenciales del 28-J; y, conociendo la actitud tan procaz e infeliz de un régimen personalista e histriónico, ¿Se propondría a romper relaciones con todos y cada uno de ellos?