(08 de septiembre del 2020. El Venezolano).- Alguien llegó a decir en una oportunidad que Acción Democrática era lo que más se parecía al pueblo venezolano, que fue hecha a su imagen y semejanza. Y es verdad. Así la concibió su fundador, ese gran estadista y ciudadano del mundo que fue Don Rómulo Betancourt: una gran alianza de clases sociales, una organización plural donde cabían desde el Juan Bimba como la expresión más gráfica del venezolano, hasta los trabajadores, los profesionales, los empresarios y todo el espectro social del país.
Este domingo 13 de septiembre se cumplen 79 años de haber sido fundada Acción Democrática en aquel memorable acto del Nuevo Circo de Caracas donde Betancourt pronunció una de sus tantas emblemáticas frases; «AD nace para hacer historia».
Y no se equivocó Rómulo porque este cronista se atrevería a afirmar que lo de AD, su victorioso transitar a lo largo de estas casi ocho décadas de vida pública, ha sido una verdadera epopeya de lucha por la libertad y por el progreso y desarrollo de Venezuela.
En esa epopeya AD se inscribe como el úncio partido que en la lucha contra la sanguinaria dictadura de Pérez Jiménez, registra lo que este escribidor califica como el «martirologio adeco». Los más reconocidos líderes que luchaban en la clandestinidad contra el dictador regaron las calles de Venezuela con su sangre o murieron en las cárceles asesinados por la tristemente célebre Seguridad Nacional que hoy pareciera dar tumbos dentro de las cárceles del régimen comunista de Maduro. Alli están Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Carnevalli, Antonio Pinto Salinas, Valmore Rodríguez, entre tantos luchadores que rindieron sus vidas por la libertad y la democracia.
Pero realmente lo que es y ha sido AD desde aquella gloriosa fecha de su alumbramiento, ya venía en concreción de la mano del entonces joven Rómulo Betancourt cuando exiliado en Barranquilla, por la dictadura gomecista, al lado de otros líderes fundadores del partido del pueblo, conforma en 1931 la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) que fue la génesis del glorioso partido que sí realizó una verdadera revolución en Venezuela con su prolífica obra que todos han tenido que reconocer.
No peco de exceso al afirmar que la Venezuela que venía en pleno crecimiento social, antes de llegar esta plaga marabundica llamada revolución, donde no se hablaba de que todos teniamos que ser iguales, como pregonaba fraudulentamente el engendro infernal de Sabaneta de Barinas, sino que tenía que haber igualdad de oportunidades que proporcionaba el gobierno democrático y del resto se encargaba el pueblo, esa Venezuela que logró comunicar al país por vía carretera a lo largo y ancho, que construyo decenas de represas y acueductos para llevar agua potable a sus pobladores, que construyó redes de conducción de aguas negras, que urbanizó el país con grandes complejos habitacionales , que construyó puentes, que electrificó el país con plantas termoelectricas y el gran Complejo Hidroeléctriuco del Guri, esa Venezuela la forjó Acción Democrática en buena parte, sin dejar de reconocer la contribución que a ese crecimiento realizaron los otros dos gobiernos de esos cuarenta años que han querido vilipendiar los traidores y entreguistas comunistas que han destrozado nuestra nación.
De ese conocimiento que se tiene de la gran obra de AD en beneficio de los venezolanos es que hoy se extiende más y más, y se repite por todos lados, que con AD se vive mejor.
Así, con una extensa y prolífica obra educativa, construyendo centros del saber por los cuatro costados del país, fundando nuevas escuelas, liceos, Universidades e institutos de educación superior , se dio la clase profesional más grande que podían ostentar hasta los países más avanzados de norteamerica, de Europa y del continente.
Los venezolanos crecían socialmente desde abajo. Contrario a esta tragedia que nos ha igualado a todos, pero hacia abajo, hacia los umbrales de pobreza más lamentables del mundo porque hoy día, hasta un país pobre como Haití ,sus habitantes tienen un ingreso mensual por su trabajo veinte y treinta veces superior al de los trabajadores venezolanos.
La dramática situación que vive hoy Venezuela es la misma que Rómulo Betancourt describió en una intervención que tuvo en el Carnegie Hall de Nueva York, en 1957, acusando a la dictadura de Pértez Jiménez.
Betancourt hablaba de la Venezuela irreal que el régimen dictatorial y sus corifeos propagandeaban y la «Venezuela real,donde hay centenares de secuestrados políticos, algunos con hasta siete años de reclusión, ninguno habiendo sido juzgado o sentenciado por jueces; millares de exiliados; prácticas de torturas físicas en las cárceles, idénticas a las que aplicaron en sus tiempos las policías políticas de Hitler y de Stalin; impedimento para la organización por los trabajadores de sus organismos de defensa gremial; anulación radical de todos los partidos políticos; censura rígida sobre la prensa nacional y sobre las agencias internacionales de noticias, que ha venido denunciando sistemáticamente la Sociedad Interamericana de Prensa.
Y en 1958, en mitin relizado en la plaza Diego Ibarra, Betancourt esbozó lo que el había hecho de AD como partido policlasista cuando expresó que estaba viva la pasión de la libertad en el pueblo caraqueño que se había unido, desde el millonario hasta el limpiabotas, desde el hombre de La Charneca hasta el del Country Club, desde el sacerdote hasta el seglar, desde la monja hasta la lavandera, para realizar esa gloriosa epopeya de la reconquista de la libertad.
Esa unidad de entonces es la que hoy reclama el pueblo venezolano al lado de Acción Democrática y una importante fuerza de los principales partidos políticos del país unidos en una jueva epopeya de reconquista de la libertad secuestrada por el usurpador y dictador que entre otras de sus metas está la exhortación a no participar en el fraude electoral convocado por el régimen y su CNE, parecido al de las anteriores comadres, electo ilegalmente, contra la Constitución, por uno de los brazos que el régimen utiliza como garrotes contra el sistema democrático, como es el Tribunal Supremo de Justicia.
El régimen ha pretenido destruir al enemigo más poderoso que tiene como es Acción Democrática y su líder fundamental, el destacado jurista y parlamentario,Henry Ramos Allup, asaltando al partido del pueblo con su inefable TSJ, despojándolo de sus siglas y su tarjeta para entregársela a unos colaboracionistas que todo el país tiene perfectamente identificados como los alacranes verdes. Pero sólo pudieron llegar hasta allí porque en toda Venezuela, desde el Comité Ejecutivo Nacional, pasando por los Comités Ejecutivos Seccionales, municipales y los comites de base y el pueblo adeco todo, se encuentan firmes al lado de sus auténticas y legítimas autoridades.
«Los adecos somos una raza inextinguible», afirmó nuestro gran líder Henry Ramos Alloup, al comentar el fracaso de Hugo Chávez de pretender acabar con el partido del pueblo cuando airmó que freiría en aceite las abezas de los adecos. O le faltó manteca, o somos muchos, ripostó el controvertido dirigente.
En esta oportunidad, por la lamentable pandemia que azota a la humanidad, pero también por la parálisis del país, porque no hay transporte por la falta de gasolina, porque no hay efectivo en los bancos y todas las carencias que esta tragedia revolucionaria ha traido a los venezolanos, no habrá festejos masivos, no habrá romerías, pero seguros estamos que esa gran legión de acciondemocratistas que hoy luchan contra este régimen asesino y forajido, declarado delincuente por la justicia norteamericana, celebrarán en lo más hondo de su conciencia y de su ser este nuevo aniversario del auténtico partido del pueblo con la fe puesta en la Venezuela libre y democrática que pronto volverá a flamear su bandera de libertad.