(12 de julio del 2022. El Venezolano).- El gobierno de Estados Unidos dijo el lunes a los hospitales que “deben” prestar servicios de aborto si la vida de la madre está en peligro, afirmando que la ley federal sobre directrices de tratamiento de emergencia tiene preeminencia sobre las leyes estatales en las jurisdicciones que ahora prohíben la interrupción del embarazo sin ninguna excepción tras la decisión de la Corte Suprema de poner fin al derecho constitucional al aborto.
AP reseñó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) señaló que la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y de Partos (EMTALA) exige a los centros médicos que determinen si una persona que busca tratamiento puede estar de parto o si enfrenta una emergencia médica, y que le proporcionen tratamiento.
“Si un médico cree que una paciente embarazada que se presenta en un servicio de urgencias está experimentando una situación médica de emergencia según la definición de la EMTALA, y que el aborto es el tratamiento estabilizador necesario para resolver esa situación, el médico debe proporcionar ese tratamiento”, afirma la guía de la agencia. “Cuando una ley estatal prohíbe el aborto y no incluye una excepción por la vida de la persona embarazada —o establece la excepción de forma más estricta que la definición de condición médica de emergencia de EMTALA_, esa ley estatal queda sobreseída”.
El HHS indicó que las condiciones de emergencia incluyen “el embarazo ectópico, las complicaciones de la pérdida del embarazo o los trastornos hipertensivos emergentes, como la preeclampsia con características graves.”
“Es fundamental que los proveedores sepan que el deber profesional y legal de un doctor —u otro personal médico calificado— de proporcionar tratamiento médico estabilizador a un paciente que se presenta en el departamento de emergencias y se encuentra con una condición médica de emergencia prevalece sobre cualquier ley o mandato estatal directamente en conflicto que pudiera prohibir dicho tratamiento”, escribió el secretario de Salud, Xavier Becerra, en una carta dirigida a los proveedores de atención médica.