(22 de junio del 2022. El Venezolano).- «Es un fallo estructural del Estado colombiano no estar presente en algunos territorios, es una realidad. Pero también es cierto que, tanto en las legislativas como en las presidenciales, se ha hecho un esfuerzo para llegar a zonas del país, atravesadas por la violencia, en donde nunca se había votado”, dijo a DW Javi López, jefe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE). «Eso es un logro del acuerdo de paz”, añade.
En un país cuyas elecciones han estado marcadas históricamente por magnicidios, el que el proceso haya podido culminar serenamente es un logro. «La violencia es un fenómeno estructural y crónico del país; el Clan del Golfo con su paro armado afectó la campaña. Y en la segunda vuelta hubo tres asesinatos que lamentar. Pero, a pesar de todo, detectamos esfuerzos por la seguridad en el proceso”, afirma López.
A la espera del informe definitivo, que será presentado en septiembre en Bogotá, la MOE presentó esta semana su tercer informe preliminar sobre el proceso electoral colombiano en su conjunto. Presentes en todo el territorio colombiano desde el 25 de enero, los 120 observadores electorales de la misión de la UE han podido captar una imagen cabal de los 26 departamentos del país.
Contribución a la transparencia
«Hemos contribuido a que los problemas que detectamos en las legislativas hayan podido ser subsanados para las presidenciales”, subrayó Javi López. Los fallos cometidos por los jurados de las mesas en los primeros comicios fueron subsanados con una mejor capacitación. «El preconteo se hizo de manera eficiente y transparente”, asegura.
Aunque no se realizó la auditoría del software, como pedían diversos actores políticos y organizaciones, el jefe de la misión electoral asegura que los observadores tenían los instrumentos necesarios para comprobar que se estuviera haciendo bien el trabajo., reportó DW.
«Dijimos, desde el principio, que no entrábamos a valorar los controles internos de la Registraduría. Pero sabiendo que los partidos, sobre todo el Pacto Histórico, habían hecho un gran esfuerzo para desplegar testigos en todas las mesas, que las actas iban a ser públicas y que si había algún problema se podía impugnar y recontar, el software de cálculo pierde importancia”, explica López. «El alto nivel de desconfianza detectado no es proporcional a la solidez de las estructuras”, añade.
El rápido reconocimiento de los resultados electorales, tanto por parte del perdedor de la contienda, Rodolfo Hernández, como del ganador, Gustavo Petro, su mensaje conciliador y la actitud positiva del presidente saliente, Iván Duque, «hablan de la solidez de la democracia en el país”, comentó López. Por otro lado, la mayor participación electoral de los últimos 20 años habla de la relevancia histórica de la jornada del domingo.
Financiación, campaña, redes sociales
A la claridad en los resultados de las dos jornadas presidenciales se oponen, en las legislativas, las denuncias de compra de votos y la poca transparencia en financiación de las candidaturas.
«Quien tiene la responsabilidad de controlar la financiación de las candidaturas es el Consejo Nacional Electoral. Para ello necesita no solamente reglas claras, sino instrumentos para fiscalizar”, explica López. La politización del CNE es un problema detectado por la MOE.
En el monitoreo de doce medios de comunicación nacionales se detectó información sesgada: sobre Gustavo Petro se informó el 32,5% en tono negativo, mientras que de Rodolfo Hernández un 7,7%.
Contrariamente a los dos candidatos a presidente, las candidatas a vicepresidenta obtuvieron escasa atención mediática: de todo el cubrimiento informativo, el 4,2% fue para Marelen Castillo y el 2,1% para Francia Márquez.
Por último, si bien en general en el informe de la MOE se califica a la campaña de «pacífica”, en las redes sociales el discurso de odio estuvo muy presente en redes sociales; el blanco de los usuarios fue, sobre todo la vicepresidenta electa, Francia Márquez. «Eso es sintomático del racismo estructural no solo de ese país”, comenta López.