(25 de mayo de 2019. El Venezolano).- Son cifras alarmantes. Al menos 29 presos muertos y 19 funcionarios policiales heridos fue el saldo que, según autoridades regionales, dejó el motín registrado el viernes 24 de mayo en la sede de la Policía Municipal de Páez, estado Portuguesa.
“Surgió un intento de fuga y hubo una riña también entre bandos” rivales de los detenidos, dijo a reporteros Óscar Valero, secretario de Seguridad Ciudadana de Portuguesa, quien agregó que con “la intervención de la policía para impedir la fuga, hubo 29 fallecidos” entre los 355 detenidos que hay en la instalación.
Valero agregó que los internos hicieron detonar tres granadas y que 19 uniformados resultaron heridos durante los hechos, pero no dio más detalles.
Reportes extraoficiales indican que la revuelta en los calabozos habría iniciado el 16 de mayo, cuando entraron en conflicto con el director del lugar, comisionado Guillermo López. Al parecer, los detenidos exigían mejoras ante el alto nivel de hacinamiento y otras peticiones como el cambio de directiva del penal y que les permitieran ingresar alcohol.
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Mientras el suceso estaba en pleno desarrollo, fue difundido en las redes sociales un vídeo en el que aparecía el líder de los reclusos, identificado como Wilfredo Ramos, quien amenazó a los funcionarios. El sujeto estaba acompañado por dos mujeres, que formaban parte de la visita, y armado con pistolas y granadas.
Las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) procedió a intervenir la comandancia. Ramos murió cuando comenzó el procedimiento, pero antes, detonó una de las granadas que tenía en su poder.
El fiscal general impuesto, Tarek William Saab, no se ha pronunciado respecto a lo ocurrido. Desde que asumió funciones al frente del Ministerio Público (MP), este es el segundo motín que ha dejado un saldo fatal. El primero fue el registrado en la comandancia general de la Policía de Carabobo, donde murieron 69 personas.
Por su parte, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) condenó los hechos ocurridos en Acarigua. «Durante los últimos años, la CIDH ha manifestado su especial preocupación por los altísimos niveles de violencia en cárceles en Venezuela. Hacemos un llamado al Estado para adoptar medidas inmediatas que garanticen vida e integridad de personas detenidas».