(06 de enero del 2022. El Venezolano).- Tras algunos impasses eventuales, por ciertos cuestionamientos, como podría ser natural en todo grupo humano, entre miembros del bloque opositor que lidera el propio presidente interino, ingº Juan Guaidó, EEUU le ha ratificado su reconocimiento como líder de la “transición democrática” y, por extensión, como presidente interino, justo al momento peciso cuando Venezuela se debate en medio de una crisis sociopolítica inadmisible, producto de un cúmulo de desvaríos por el afán de imponer un sistema retardatorio y opuesto a toda iniciativa progresista, tal y como se ha vivido en las naciones subdesarrolladas donde se ha instaurado, dictatorialmente, fingiendo como sistema democrático de amplitud. Pero, con poder destructivo cercenante hacia sus opositores, tal es el caso venezolano.
Escrito por Isaías Márquez
Un espaldarazo producto, quizá, de una función brillante en Washington (embajada/OEA), que aparte de diplomática, abarca varios aspectos de consideración.
Pero, en vista de la actitud de su grupo, semanas atrás, cuando intentaron ponerle “en jaque”, sin argumentos tangibles, EEUU le ofrece, de nuevo, su aval, cuyo apoyo ha renovado condicionado a que cuente con arrimo de la oposición, que le mantuviera “en vilo” hasta hace unas tres semanas.
Obstinada e infelizmente, la actitud tremendista del régimen se ha revelado desde su cancillería al repudiar tal “intento injerencista” de EEUU, además de calificarlo como política “fracasada y reincidente” (¿?), exabrupto propio de un régimen guachamarón, de idea pobre y dirección mediocre de las relaciones diplomáticas; de ahí, el bloqueo, porque tales relaciones deberían llevarse prudentemente; sobre todo, por nuestra condición como productores (ofertantes de petróleo), que no implica, en buen sentido, dejarse chantajear y/o hincarse.